No enferme en verano: cerrado por vacaciones
Lo mejor es no ponerse enfermo en verano, porque la sanidad pública está a medio gas y son pocas las comunidades que informan con detalle sobre el cierre de camas, centros de salud o el ajuste de plantillas.
“P or favor, si su consulta puede ser demorada, evite citarse con su médico o enfermero durante su periodo vacacional”. Es una recomendación literal que los pacientes pueden leer en el Centro de Salud Daroca en Madrid. Las comunidades autónomas han aprovechado el periodo estival para cerrar, muchas veces por la puesta de atrás, plantas, quirófanos, centros de salud, recortar horarios de atención y ajustar tanto las plantillas que los sindicatos sanitarios hablan de “sanidad de guerra”.
La consigna es ahorrar a cualquier precio dentro de un proceso donde la información al ciudadano brilla por su ausencia. El sindicato de enfermería Satse ha denunciado que el Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha puesto en marcha un cierre de camas “masivo y oculto” durante el verano que ya afecta a cerca de 1.000 camas, frente a las 699 anunciadas en principio por la Consejería gallega.
Para la secretaria autonómica de Satse, Carmen García Rivas, “el Sergas no dice toda la verdad” cuando informa de sus planes estivales. “Los profesionales sí lo saben porque un centro de 500 camas no puede estar operativo al cien por cien cuando sólo se están sirviendo 300 menús al día”, explica a EcoSanidad. Para esta enfermera, “es una irresponsabilidad, ya que la actividad sanitaria no sufre un bajón en el verano, sino todo lo contrario”.
Las razones obedecen a “una política de ahorro de no contratar al personal necesario para cubrir los trabajadores de vacaciones e hibernar gran parte de la infraestructura sanitaria”, a juicio de esta sindicalista que advierte que está empeorando la atención a una población cada vez “más resignada y crispada”, asegura.
Pocas regiones ofrecen información detallada. Es el caso de la Comunidad Valenciana, que prescindirá del 14,3 por ciento de las camas hospitalarias de los hospitales públicos, cerca de 2.000, hasta septiembre. En la Consejería de Sanidad prefieren hablar de “agrupar” camas, pacientes y profesionales sanitarios para “optimizar los recursos asistenciales y energéticos”. En agosto se cerrarán el 19 por ciento del total de camas.
También se reducen los horarios de los ambulatorios de Valencia y Alicante hasta las cinco de la tarde desde julio hasta septiembre. En Castellón, nueve centros cerrarán a las 15:00 horas cuando el horario habitual es hasta las 9 de la noche. Del total de 856 centros sanitarios (251 centros de salud y 581 consultorios), 189 centros ajustarán su horario durante la época estival (representa el 22 por ciento). En Murcia los ambulatorios sólo pasarán consulta en horario de mañana. La sanidad pública valenciana disminuirá además las contrataciones que se hacen en verano como refuerzo del personal. Sólo tiene previsto contratar 1.200 médicos, 177 menos que el año anterior, y reducirá en 440 el número de profesionales sanitarios, que asciende este año a 2.993.
El ajuste también ha sido de órdago en la sanidad catalana. Al igual que el año pasado, el Departamento de Salud dejará fuera de servicio 3.500 camas durante la primera quincena de agosto. En total, los 64 hospitales de la red sanitaria catalana funcionarán con el 75 por ciento de las camas disponibles, mientras que en la primera quincena de julio se han mantenido abiertas el 85 por ciento de las 14.100 camas hospitalarias.
Pero no todo son cierres. Como explica el director gerente del Servicio Murciano de Salud, José Antonio Alarcón, “se refuerzan los puntos con mayor índice de visitantes y se reduce actividad en los centros hospitalarios y áreas en las que la presión asistencial desciende en julio y agosto hasta casi un 50 por ciento”.
La Comunidad de Madrid no cerrará camas ni reducirá horarios de atención al público, según fuentes de la Consejería de Sanidad. Su ajuste se limitará al cierre por la noche de cuatro centros de urgencias de atención primaria, de Doctor Esquerdo y Barajas (Madrid), Aranjuez y Leganés, además de los centros de especialidades médicas en Alcobendas, Aranjuez y Arganda, para ahorrar 3,1 millones de euros.