Las razones salariales de la ‘marea blanca’: los médicos protestan para proteger la plaza fija
Las protestas de los colectivos médicos en Madrid buscan proteger los complementos adquiridos como funcionarios. La plaza fija y las horas extras acabarían con la gestión privada.
Los responsables sanitarios del ejecutivo madrileño sostienen que los principales afectados por el cambio de modelo de gestión que quiere implantar la Comunidad en seis hospitales públicos no son los pacientes, que seguirán recibiendo la misma atención, sino los profesionales sanitarios que verán modificadas totalmente sus condiciones laborales.
Los médicos y enfermeros de estos centros que tengan plaza fija en la sanidad pública, deberán pedir una excedencia de la misma para poder ser contratados de nuevo por las empresas que empiecen a gestionar estos hospitales. Los contratos que les realizarán estas compañías serán contratos laborales, como el del resto de trabajadores del sector privado, por lo que los profesionales perderán el resto de complementos adquiridos durante su etapa como funcionarios en la sanidad. A cambio, aseguran desde las empresas que ya gestionan este tipo de hospitales, los médicos entrarán en un sistema de retribuciones más abierto en el que podrán cobrar más que en la administración, según sean sus capacidades, formación, productividad y rendimiento, “como ocurre con los profesionales que trabajan en los hospitales privados actualmente, que en muchos casos tienen un salario superior al de los hospitales públicos”, aseguran de estas empresas.
Otro caballo de batalla en las protestas que mantienen los médicos de Madrid estas semanas es su temor a perder el pago de las horas extra. Las peonadas de por la tarde, como se les llama en el sector. Se trata de un sistema por el que muchos profesionales consiguen aumentar su sueldo -uno de los más bajos de Europa- y adecuarlo a lo que consideran mínimamente digno para su formación como médicos especialistas. Sin embargo, el funcionamiento de las horas extra en los hospitales en un sistema que ha “viciado” en la sanidad pública española, comentan muchos profesionales sanitarios. “Al final es un coto privado que se reparten los jefes de servicio y del que sólo se benefician los más fieles”, afirman. Peonadas, tres veces más caro.