Ana Mato debe dimitir ya
La ministra de Sanidad Ana Mato ha perdido la autoridad moral para poder seguir ocupando su cargo en el Gobierno de Mariano Rajoy. Los datos del último informe de la Unidad de Delincuencia Económica de la Policía (Udef), que le atribuye haber aceptado viajes y regalos para su familia por parte de la trama Gürtel por importe superior a los 62.000 euros, dejan a la ministra en una situación insostenible. Más, si tenemos en cuenta, que fue la propia Mato la que en 2009 abanderó el llamado Código Ético del Partido Popular, que prohibía exactamente “aceptar cualquier regalo que no responda a los usos o costumbres sociales”.
Yes que Ana Mato no lleva una cartera cualquiera. Ha sido la encargada de realizar uno de los mayores recortes de la historia en el gasto sanitario -7.000 millones-, con medidas que han recaído directamente en el bolsillo del ciudadano. Y le queda aún por recortar. Exactamente, aún debe recaudar unos 5.500 millones en nuevos copagos como la aportación de los pacientes para el traslado en ambulancia -5 euros por trayecto- o el pago del 40 por ciento a los usuarios de las muletas. ¿Tiene Mato la autoridad moral necesaria para pedir estos nuevos esfuerzos a los ciudadanos? Sinceramente, desde elEconomista Sanidad creemos que no.
Si seguimos el mismo argumentario que Mato utilizó al presentar el código ético de su partido en 2009, el PP no puede exigir regeneración a los demás si no asume un compromiso de autoexigencia. Ello incluye abstenerse de conductas que, aun siendo legales, dañen la imagen o la honorabilidad del partido y prohíbe aceptar regalos que no respondan a los usos y costumbres sociales. Desde luego, no responden a este concepto ni los viajes y fiestas a la familia, ni los bolsos de Vuitton, según recoge el informe de la Policía. YMato ha hecho caso omiso de sus propias palabras.
Los ciudadanos, a quienes se exige un esfuerzo extra para mantener el servicio público más valorado por los españoles, no pueden admitir que la ministra encargada del recorte esté bajo sospecha. Ana Mato no tiene autoridad moral para exigir sacrificios y debe cesar o ser destituida por Rajoy.