El recorte en medicamentos ‘salva’ el déficit
Las comunidades autónomas siguen presionando en sus cuentas de 2013 para reducir por cuarto ejercicio consecutivo el capítulo de farmacia para así ‘maquillar’ su cifra de déficit a final de año.
La partida pública para financiar los medicamentos con receta se ha convertido en el comodín para cuadrar presupuestos e incluso sufragar otros gastos y agujeros autonómicos.
Desde 2009, el gasto en recetas financiadas por el Sistema Nacional de Salud (SNS) se ha reducido en 2.868,84 millones de euros, un 22,6 por ciento menos, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. Sólo el año pasado las regiones gastaron 1.365,5 millones de euros menos que en 2011, hasta dejar este capítulo en niveles de 2004, por debajo de los 10.000 millones.
Por el contrario, y a falta de conocer el cierre del gasto sanitario de 2012, las comunidades bajaron su presupuesto en salud en tan sólo 2.220,38 millones de euros durante el mismo periodo, según la misma fuente, con lo que las recetas están soportando casi en exclusiva el peso de los recortes sanitarios. Este es, al menos, el ajuste recogido sobre un papel que lo resiste todo, porque la deuda hospitalaria que mantienen las regiones con los principales proveedores sanitarios ha vuelto a dispararse hasta los 6.019 millones de euros, según las facturas pendientes de pago a 31 de diciembre reclamadas por Farmaindustria y Fenin.
Lo que resulta evidente es que el intento de controlar el gasto sanitario está
fracasando, a la vista de la nueva escalada de la deuda impagada, y sólo se está frenando a costa de jibarizar los ingresos del sector farmacéutico y, en menor medida, de cargar a los usuarios con parte del ajuste en farmacia. Y es que, por primera vez en el caso de los pensionistas, los usuarios se han visto obligados a reducir su consumo de recetas públicas por el medicamentazo o el nuevo sistema de copago. Como ha recordado Sanidad, nunca antes se había recortado el número de recetas. En total, se facturaron 59,5 millones menos, un –6,12 por ciento, hasta situarse en 913,69 millones, sin olvidar que los precios de los fármacos siguen bajando y el gasto medio por receta, con bajadas, descuentos y deducciones, ya se sitúa en niveles de 1999.
Lo peor para el sector farmacéutico es que, a pesar de la fuerte caída del gasto público en recetas, no se ha tocado fondo. El departamento que dirige la ministra Ana Mato está dispuesto a servir en bandeja a las comunidades un nuevo recorte en farmacia en 2013 de la profundidad del año pasado. Las nuevas medidas adoptadas hasta ahora, como el copago, la revisión continua de los medicamentos financiables o el mecanismo de precio más bajo, asegurarán hasta mitad del año reducciones al ritmo marcado durante los últimos seis meses. Desde que entró en vigor en julio el nuevo sistema de aportación farmacéutica, la factura de recetas se ha reducido en 1.107 millones de euros.
Los gobiernos autonómicos incidirán en esta vía de ahorro, ya que sus presupuestos de farmacia de 2013 incluyen recortes de más de 1.300 millones de euros, mientras que sus cuentas sanitarias reflejan un ajuste de 3.388 millones. Se trata de la mayor bajada en salud sobre el papel desde que estallara la crisis, con el objetivo de reducir el déficit publico autonómico a la mitad, hasta el 0,7 por ciento marcado por el Gobierno en 2013.
La partida de farmacia volverá a ser la más castigada al absorber un impacto superior al 13 por ciento, que contrasta con el recorte del 6 por ciento de los gastos autonómicos en personal o el –6,5 por ciento menos destinado a salud respecto a 2012.
Las comunidades apretarán todavía más para reducir el gasto en recetas, sobre todo, aquellas como la Comunidad Valenciana que mantienen impagos con sus farmacias. El consejero valenciano de Sanidad, Manuel Llombart, ya ha adelantado que la Comunidad aplicará nuevas “líneas de ajuste” este año, que afectarán a las áreas de farmacia hospitalaria y ambulatoria, mientras que Andalucía ha aprobado una segunda subasta de medicamentos que el Gobierno volverá a recurrir.
La ministra Ana Mato tiene así a su alcance el objetivo de reducir el peso presupuestario de los medicamentos hasta el 15 por ciento del gasto sanitario. De momento, este capítulo ya representa el 17,21 por ciento del presupuesto sanitario de 2012.
El Ministerio de Sanidad no ha adelantado nuevas medidas, pero su secretaria general, Pilar Farjas, sí ha asegurado que su política farmacéutica es “una apuesta por la sostenibilidad y la viabilidad del sistema nacional de salud” al “reducir el gasto público en recetas”. Es, de momento, la única herramienta de la reforma sanitaria que le está dando resultados al Gobierno en su objetivo de ahorrar 7.206 millones de euros.