Albert Vergés, presidente de la Fundación Edad&Vida: “En España sobran camas hospitalarias”
Albert Vergés es el director general de la Fundación Edad&Vida, una plataforma en la que convergen todos los agentes implicados en contribuir a la calidad de vida de las personas mayores. El organismo está formado por más de 40 empresas relacionadas con el sector de la atención a la dependencia (centros sanitarios, residenciales, laboratorios farmacéuticos, proveedores de productos y servicios para mayores, etc.) y de otros sectores (financiero, asegurador, empresas de certificación, empresas de tecnología, de ocio, de comunicación, de alimentación, etc.). La Fundación ha realizado un estudio sobre la mejor manera de optimizar el gasto de atención social y sanitaria de las situaciones de cronicidad y dependencia. Según el informe, la reorganización hospitalaria y de la media y larga estancia supondría un ahorro total para el sistema de 3.102 millones de euros anuales.
¿Qué modelo propone para reorganizar la atención sanitaria en nuestro país?
Nosotros partimos de la base de que hay que atender a las personas en función de sus necesidades con el dispositivo más adecuado y al menor coste posible. Esto que parece tan fácil, no lo es, porque resulta que este país ha creado sus sistemas de bienestar como sistemas independientes. El
“En España sobran camas hospitalarias. El 25% de los pacientes deberían estar en residencias”
problema es que una persona tiene que actuar en diferentes departamentos y son departamentos estancos actualmente, por lo que hay un cruce de intereses porque no se tiene en cuenta al paciente.
¿Cuál es el principal problema?
Nos hemos dado cuenta de que el sistema nacional de salud está pensado en el paciente agudo y ahora es el crónico el protagonista, y los dispositivos no están preparados para eso, porque alarga a unos costes innecesarios la atención para unas personas que no haría falta que estuvieran en un ámbito hospitalario, y en cambio sí en centros sociosanitarios.
¿Qué pueden aportar los centros sociosanitarios?
Puedes tener menos coste con un menor servicio, pero más adecuado. Este consenso sociosanitario ya se lo ha planteado el Ministerio de Sanidad, que tendría que coordinar estos departamentos. Y esto será clave para la reordenación de lo sanitario y lo social.
¿Puede dar ejemplos concretos de esas ineficiencias?
Pues por ejemplo parece bastante absurdo que una persona a la que han puesto una prótesis de cadera tenga que estar en el ámbito hospitalario. Lo lógico es que estuviera en un centro sociosanitario. Y el problema es que el coste de una cama en un centro y otro es muy distinto. Por el coste de cada cama hospitalaria tenemos cinco camas de atención sociosanitaria. Actualmente tenemos un 30 por ciento de gente que hay en hospitales que son pacientes crónicos. Y eso es un problema, porque tienen un coste elevadísimo para el sistema. Estamos saturando los hospitales, que deberían usarse para los casos agudos y no crónicos.
¿Y están los centros sociosanitarios actuales preparados para este cambio?
De los centros sociosanitarios actuales hay algunos que están creados como tales y otros que podrán estarlo. Para ello, dentro del sector residencial tendrá que haber una acreditación creada por Sanidad y no por Servicios Sociales para garantizar que ese espacio puede acoger estos pacientes derivados del hospital. El problema no es que ellos quieran, si no si están preparados para ello. Creemos que actualmente no más del 25 por ciento del conjunto de los centros de servicios sociosanitarios de toda España está preparado para tener unidades de servicio sociosanitarios preparadas para
“El hospital debe EE
ser sólo para agudos y no para los enfermoscrónicos” “Hay que reordenar
el sistema para integrar lo sanitario y la atención social”
“Una cama de residencia cuesta 150 euros al día frente a 650 del hospital”
ser acreditadas por Sanidad. Con el tiempo, teniendo claro el nivel para ser acreditado, habrá más plazas.
¿Es una oportunidad de inversión para el sector privado?
En los centros adaptados, la mayoría de estas inversiones están hechas. En el resto, habrá que hacer adaptaciones y las necesidades crecerán porque la gente va a ir viviendo más. Esto ofrece una oportunidad a la iniciativa privada para hacer inversiones. Siempre que haya un marco claro, estable y regulado. Es un tipo claro de colaboración publico-privada en el que el garante debe ser la administración.
¿Cómo funcionaría esta derivación?
El hospital deriva al paciente al que ha atendido y lo sigue controlando. Después, si esa persona tiene una recaída en su problema agudo, vuelve al hospital y, cuando se recupere de nuevo, o vuelve a su casa o vuelve a la residencia. Esto sería lo normal para estancias de 45-60 días. Y a un coste muy inferior puedes llegar a conseguir liberar camas.
¿Esto significa que en España sobran camas hospitalarias?
Sí, yo creo que probablemente en España sobren camas hospitalarias. Alemania o Francia tienen menos camas. Habrá que ir cerrando esas camas que sobran para conseguir ese ahorro.
¿Es una forma efectiva de ahorro?
Hay que tener en cuenta que sanidad y servicios sociales se pueden llevar el 70 por ciento de los presupuestos públicos. Hay que optimizar estos recursos. Esta es una posibilidad de gastar menos y mejor, con el simple hecho de traspasar una parte de estas personas. Pero si se sigue funcionando con un presupuesto de sanidad y otro de servicios sociales, es complicado hacerlo. Podemos gastar infinitamente en los dos sistemas y no resolveremos la necesidad.
¿En concreto, qué pacientes serían?
Todo lo que es convalecencia, larga estancia, paliativos, subagudos... Todos deberían ser atendidos por un sistema sociosanitario. Estamos hablando de un coste aproximado de 150 euros al día frente a una cama de agudos que cuesta 650 euros. Esto puede crear un ahorro de 1.500 millones al año. Y sólo se trata de una reordenación, no de llenar de más gente más cosas.