Las reformas sanitarias acaban en el juzgado
Los conflictos sanitarios representan ya algo más de uno de cada tres recursos presentados ante el Tribunal Constitucional. En el último año, cada reforma sanitaria acaba en el juzgado. El Congreso de Derecho Sanitario analizará esta situación
El experto Ricardo de Lorenzo analiza las últimas medicas que han terminado en los tribunales
La Sanidad lleva tiempo que ha entrado en los juzgados y su salida no parece inminente. Sólo en 2012, el Ministerio de Sanidad y las autonomías se enzarzaron en 17 recursos de inconstitucionalidad, 10 de ellos promovidos por las autonomías, contra medidas sanitarias adoptadas por la Administración central y 7 de ellos, a su vez, impulsados por el Gobierno central contra medidas sanitarias autonómicas. En total, las administraciones sanitarias presentaron el pasado año 46 conflictos al Constitucional, por lo que los asuntos sanitarios representan ya algo más de 1 de cada 3 recursos planteados a este organismo, según los últimos datos recogidos por Diario
Médico. Con este nivel de litigiosidad, esta semana se celebra en Madrid el Congreso de Derecho Sanitario, donde más de 500 profesionales vinculados al sector del Derecho y la Salud debatirán la mayoría de estos recursos. El presidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, Ricardo de Lorenzo, asegura que “es razonable” que la Sanidad provoque un volumen de litigiosidad significativo, “al que, se pretende hacer frente potenciando la vía extrajudicial de solución de conflictos; esto es la mediación y el arbitraje”. Aunque considera que a partir de la Ley 5/2012, de Mediación y a partir de los trabajos que se están haciendo para relanzar el baremo para indemnizaciones por daños sobrevenidos en la actividad sanitaria, “es previsible y deseable que la judicialización pueda disminuir”.
Sobre los recursos ante el Tribunal Constitucional, de Lorenzo afirma que “algunas soluciones imaginativas”, de varias Comunidades Autónomas “podrían haber rebasado el ámbito competencial y por tanto, es lógico, que estas situaciones sean sometidas a la decisión de nuestro más alto Tribunal”. Así, el presidente de AEDS sostiene que la prestación farmacéutica está siendo objeto de frecuentes controversias en el plano jurídico, como consecuencia de la evolución de los costes del gasto en medicamentos. “Desde hace tiempo, se acude a la vía de los Decretos Leyes para tratar de racionalizar el gasto y no siempre estas disposiciones van rodeadas del necesario consenso. De ahí que se multipliquen las iniciativas autonómicas que están motivando la presentación de recursos ante el Tribunal Constitucional y ante la jurisdicción ordinaria”, indica.
Por su parte, sobre la polémica de la externalización de la gestión en seis hospitales de Madrid, de Lorenzo opina que los recursos que se han presentado “se basan en fundamentos jurídicos de alcance muy diferente, buena parte de ellos de carácter procedimental o formal, pero en mi opinión no de fondo”. Para este experto, la diferencia de lo que acontece con la privatización de los servicios públicos, está en que “la eficacia no se busca mediante el traspaso de la titularidad pública a la privada -que pasa a actuar en régimen de concurrencia-, sino que se acude a mecanismos jurídicos que permiten una gestión más flexible”.
Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, el siniestro laboral debe reunir cuatro características fundamentales. Por su origen, es imprevisto y repentino; por su naturaleza, que resulta variable, no pudiéndose predecir su alcance ni las consecuencias que puedan derivarse; por su patogenia, que puede precisarse y medirse el momento concreto en que se produce e inicia la lesión; y, por último, la lesión acontecida, enfermedad o fallecimiento, fruto de un único hecho: el traumatismo.
En nuestro medio, se ha de prestar especial atención al traumatismo torácico que ocupa un lugar importante en cuanto a incidencia y mortalidad. Los accidentes de tráfico suponen más del 70 por ciento de los politraumatismos, y el 25 por ciento de las muertes ocurridas en ellos, son debidas a los traumatismos torácicos. La caja torácica contiene órganos vitales como los pulmones, el corazón y los grandes vasos sanguíneos. Su pared está formada por las costillas y los músculos intercostales. Hacia delante se localiza el esternón y por detrás la columna vertebral dorsal. La principal función de esta caja es la protección de todas las estructuras que permanecen en su interior. Por todo ello, se deduce que un traumatismo torácico puede derivar en consecuencias devastadoras para la integridad de nuestra salud. De hecho, algunos órganos abdominales como el hígado y el bazo se pueden ver también comprometidos en lesiones mecánicas severas. El 31 por ciento de los traumatismos torácicos se asocian a fracturas múltiples, el 29 con traumatismos abdominales y el 18 con traumatismo cráneo-encefálicos.
Podemos citar como consecuencia de un traumatismo torácico la presencia de hemotórax o sangre en la cavidad pleural y neumotórax, que supone la presencia de aire en un Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Investigación Biomédica
espacio virtual como es el espacio interpleural. Se origina así un colapso pulmonar, de mayor o menor gravedad con una alteración tanto de la mecánica respiratoria como del estado hemodinámico normal. En las lesiones torácicas también se pueden encontrar heridas en la aorta, en el esófago y desgarros del propio tejido pulmonar. Estas lesiones se acompañan de un alto índice de mortalidad que puede llegar a alcanzar del 4 al 12 por ciento. De ahí la necesidad y obligación de desarrollar una sólida labor de prevención, y de una correcta atención prehospitalaria y hospitalaria para garantizar la salud del trabajador lesionado. Los Servicios de Medicina Preventiva encuentran un reto específico en la identificación precoz de las lesiones torácicas para su mejor manejo terapéutico en el área laboral en el momento inmediato postlesional. Sólo así se lograrán disminuir las fatales consecuencias por traumatismos torácicos en los trabajadores.
Las medidas de prevención en los centros de trabajo resultan fundamentales. El personal sanitario, los técnicos de protección e higiene laboral, sindicatos y administración deben trabajar en conjunto en este sentido. Para todos, la salud es nuestro mejor valor. Los trabajadores de las obras de construcción de infraestructuras resultan un colectivo especialmente vulnerable a los politraumatismos. Los trabajos que se ejecutan, tales como movimientos de tierras, zanjas, montaje y desmontaje de elementos pesados, y el uso de materiales derivados del petróleo o corrosivos reúnen unas condiciones especiales que pueden incidir en el riesgo de accidentes. Por este motivo, se deben establecer medidas y pautas para contribuir a disminuirlo dentro del ámbito de actuación del desarrollo de una obra, desde la creación de una organización preventiva a la planificación de las actividades.
La organización preventiva debe ser acorde con lo establecido en el Real Decreto 39/1997, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención mediante la cual el empresario dé cumplimiento a sus obligaciones preventivas en el ámbito concreto de las actuaciones que vaya a acometer. En relación con la utilización de andamios, hay que indicar que además deberán contar, según su entidad y características, con una nota de cálculo que garantice la resistencia y estabilidad del mismo. Para la protección contra riesgos de caídas desde alturas, se ha de desarrollar un plan de montaje y desmontaje. En la actualidad se ha generalizado el uso del arnés como sistema de seguridad. La posible caída de una persona sujeta por un arnés puede provocar una situación potencialmente muy peligrosa durante la fase de suspensión asociada a la inmovilidad, tanto en personas que quedan inconscientes como en aquellas que llegan a un agotamiento extremo y más aún si se añade un traumatismo torácico. Es lo que tradicionalmente se ha conocido como “síndrome del arnés“. Se produce una acumulación de sangre en los miembros inferiores por un fallo en el retorno venoso. Esto supone que llegue menos sangre al corazón y, por lo tanto, una reducción del flujo sanguíneo a otros órganos vitales. La compresión respiratoria es severa y el desenlace suele conducir a un fallecimiento inmediato. Los responsables en Salud Laboral han de saber que, al elegir un arnés, éste debe adaptarse anatómicamente bien al cuerpo, sin causar molestias o dolor cuando se vaya a estar suspendido durante cierto tiempo. Lo aconsejable es probar el arnés antes de su utilización y reservar tiempo para la formación en el modo de usarse en las condiciones en que va a ser empleado, para de esta forma realizar los ajustes y cambios que sean necesarios.
Dicen que disfrutar de lo sencillo requiere de cierta altura. Disfrutar de la Salud precisa de altas medidas de protección.