¿Se atreverán González, Fabra y Feijóo a ‘tocar’ a los médicos?
El resto de ‘barones’ autonómicos deberían atreverse a abrir este debate en la sanidad pública. Muchos profesionales y colegios de médicos estarían a favor de una retribución laboral con mayores incentivos y menos rigideces
De momento han sido sus consejeros de Sanidad los que han soltado el globo sonda. ¿Deben los médicos que trabajan en la sanidad pública ser funcionarios? No parece que lo hayan hecho sin el conocimiento de sus superiores. Sin embargo, con el horizonte de las próximas elecciones autonómicas en 2015 parece difícil que Ignacio González, Alberto Fabra y Alberto Núñez-Feijóo se atrevan a abrir este melón. Sobre todo, viendo las consecuencias de la tímida reforma hospitalaria emprendida en la Comunidad de Madrid con el cambio de gestión de seis de los 32 hospitales públicos. De todas formas, las tres comunidades han tenido el mérito de sacar el debate a la calle, aunque de momento fue sólo en un foro sanitario.
La reforma no es sencilla. La mayoría de los médicos que trabajan en la sanidad pública son estatutarios, es decir, son funcionarios que no se rigen por la Ley de Función Pública, sino por un estatuto marco que hace más complicado introducir estos cambios. Este régimen estatutario les da la perpetuidad en el puesto de trabajo, pero no les da incentivos. Como ha dicho el consejero madrileño, ninguno de los grandes países europeos tiene un sistema sanitario basado en funcionarios vitalicios cuya retribución es prácticamente la misma si trabajan bien o mal. El médico apenas puede recurrir a las horas extra para cobrar algo más a final de año. Por cierto, con unos sueldos nada acordes a su formación y responsabilidad. Sin embargo, el funcionamiento de las horas extra en los hospitales es un sistema viciado en la sanidad pública española, donde la mayoría depende de la relación los jefes de servicio y del que sólo se benefician los más fieles.
Los tres ejecutivos autonómicos buscan que entre un 10 y un 30 por ciento de las retribuciones a su personal sanitario por objetivos. Ahora se puede dar un variable del 10 por ciento a los profesionales, pero se ha demostrado poco efectivo por los pactos sindicales, aseguran diversas fuentes de estas administraciones.
Muchos profesionales y colegios de médicos estarían a favor de pagar por incentivos o pasar a modelos de contratos laborales. Un claro ejemplo de la nueva relación laboral de los médicos ya ocurre en el Hospital de Torrejón, en Madrid. Abierto en septiembre de 2011 y de gestión asistencial privada, trabajan 117 médicos y 190 enfermeras del sistema sanitario madrileño, que solicitaron una excedencia de un centro de gestión pública para incorporarse al nuevo centro. Es difícil, pero necesario.