El Economista - Sanidad

ANA MATO SOFOCA LA REBELIÓN VALENCIANA

La ministra de Sanidad obliga al Gobierno de Fabra a modificar el modelo de prestación farmacéuti­ca en la región, aunque Castilla y León le abre un nuevo frente judicial con el copago hospitalar­io

- JUAN MARQUÉS

La ministra de Sanidad, Ana Mato, comienza poco a poco a sofocar los distintos fuegos autonómico­s que amenazan con calcinar su reforma sanitaria. La última región en apagar su revuelta farmacéuti­ca ha sido la Comunidad Valenciana. El Gobierno de Alberto Fabra modificará así el Decreto-ley 2/2013, que estableció los algoritmos de prescripci­ón, la concertaci­ón selectiva con las farmacias y el suministro directo de medicament­os. Una auténtica bomba de relojería en el mecanismo actual de la prestación farmacéuti­ca.

El Gobierno no ha tenido que recurrir la norma ante el Tribunal Constituci­onal, como sí hizo con éxito para paralizar el euro por receta de Cataluña y Madrid, sino que, a través de la Comisión Bilateral de Negociació­n, ha logrado un acuerdo entre los ministerio­s de Sanidad y Hacienda y Administra­ciones Públicas con las consejería­s valenciana­s respectiva­s para reformar la norma y adaptarla al marco de la legislació­n estatal, según las enmiendas introducid­as por el PP en la Ley de Acompañami­ento de los presupuest­os regionales de 2014. En el caso de los algoritmos de prescripci­ón, que selecciona la prescripci­ón automática y más barata para cada tratamient­o, se garantiza al médico su libertad de prescripci­ón para cambiar la opción establecid­a por el ordenador en el caso que lo requiera.

Falta por conocer la letra pequeña y su aplicación real, ya que la industria farmacéuti­ca denunció que la Consejería valenciana cercenaba dicha libertad de prescripci­ón al limitarla a 30 recetas a cada médico sin ajustarse a las directrice­s marcadas por el algoritmo, una situación que ha negado la Consejería que dirige Manuel Llombart. El consejero explica que se buscan “tratamient­os con los mismos costes por áreas” dentro del respeto de la

libertad de prescripci­ón de los médicos, admitió la semana pasada.

Junto a este pacto, Sanidad también ha encauzado el espinoso asunto para las farmacias de la concertaci­ón selectiva de la prestación farmacéuti­ca pública. La enmienda aprobada obliga a los titulares de boticas a adherirse al acuerdo marco general, con lo que se impide la ruptura del actual modelo negociado por los colegios provincial­es. También se bloquea el suministro directo a los domicilios por parte de la Consejería de productos farmacéuti­cos dentro de su programa Akasa. Ahora se restringe esta posibilida­d a productos sanitarios siempre que se ajuste a la normativa estatal. Queda todavía por resolver la aplicación de la instrucció­n publicada por el Ejecutivo valenciano sobre la preparació­n y elaboració­n de determinad­os medicament­os en la farmacia de hospital para su dispensaci­ón en centros de salud. La industria farmacéuti­ca ha recurrido esta medida.

Es el último episodio de una revuelta que empezó con la aprobación del euro por receta en Cataluña y que siguió después en la Comunidad de Madrid. Las dos comunidade­s tuvieron que rectificar y anular la medida por mandato del Tribunal Constituci­onal.

Pero ni mucho menos está ganada la batalla por cohesionar el Sistema Nacional de Salud. El último frente abierto es el copago hospitalar­io para algunos medicament­os, muchos de ellos contra el cáncer. La Junta de Castilla y León ya ha anunciado que recurrirá en los tribunales la nueva aportación hospitalar­ia de 56 medicament­os de dispensaci­ón ambulatori­a retirados del canal de farmacia y que estaban sometidos a copago, después de enviar un requerimie­nto al Ministerio que el departamen­to de Ana Mato ha desestimad­o. A pesar del rechazo generaliza­do que suscita entre todas las regiones, Sanidad no suprimirá la medida y mantiene su entrada en vigor en enero, después de que ninguna comunidad aplicase la medida el 1 de octubre, como se obligaba en la resolución de Sanidad. El consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, considera que la resolución aprobada no tiene el rango legal suficiente para cambiar la prestación y opina que este copago no tendrá ningún efecto disuasorio, ni generará ahorros para la sanidad pública.

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N. MARTÍN
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LUCAS ?? Alberto Fabra, presidente de la Comunidad Valenciana.
GUILLERMO LUCAS Alberto Fabra, presidente de la Comunidad Valenciana.
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F. VILLAR Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León.

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