Entrevista a Julio del Valle, director de Sanidad de Bull
Director internacional de Sanidad y Ciencias de la Vida de Bull
La compañía informática Bull -con 50 años de presencia en España- lleva años inmersa en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que permitan la introducción de la medicina genómica personalizada en el sistema sanitario. Julio del Valle, director del área de Sanidad de la firma, afirma que la aportación de la informática en este campo, lo que se conoce como bioinformática, será fundamental en los futuros avances médicos.
¿Qué papel juega la informática en la medicina actual?
Los avances en la medicina vendrán ya por la informática porque esta ciencia será cada vez más digital y conducida por datos. La medicina personalizada es, según todos los expertos la medicina del futuro y ésta no puede ser realidad si no somos capaces de descifrar de una manera rápida y económica el genoma humano y, a su vez, correlacionar esta información con una gran cantidad de datos clínicos de los pacientes. En el futuro una persona puede necesitar conocer hasta 2.500 biomarcadores, proteínas, células para monitorizar su estado de salud y prevenir enfermedades. Y ahí la informática juega un papel fundamental. Hay que tener bases de datos de toda esta información y saber cómo poder compartirla.
¿Cuál es el proyecto en este campo más importante?
“Los nuevos fármacos van a llegar en los próximos años
gracias al potencial de la informática”
Actualmente el proyecto europeo más importante en este campo es el Consorcio Elixir, en el que 17 países europeos -entre ellos España- se han aliado para gestionar la avalancha de datos biológicos derivados de la revolución que supuso la secuenciación del ADN de los seres humanos en el año 2000.
¿Qué se consigue con este consorcio?
El objetivo de todos los países es crear una infraestructura de datos biológicos en toda Europa para facilitar la investigación en ciencias de la vida y su traslación no sólo a la salud, sino también a la bioindustria, al medioambiente y a la sociedad en general.
¿Tanta información generamos?
La cantidad de datos que están generando los investigadores en ciencias de la vida están creciendo de manera exponencial. No sólo datos del paciente, sino de moléculas, datos químicos, para diagnóstico, sobre proteínas, biomarcadores... toda esa información generada está creciendo de una manera sin precedente. Esa avalancha ahora mismo se produce de manera descoordinada, los países no interactúan y la infraestructura para compartir esa información no es suficiente.
¿Qué hace falta para que esos datos sean útiles?
Por ejemplo los dispositivos de secuenciación para descifrar el genoma. Esta tecnología ha evolucionado de tal manera que ahora son 400 veces más eficientes que en el año 2000, cuando se presentó el primer borrador de genoma humano. Antes intervenían una cantidad enorme de dispositivos de secuenciación para hacerlo en meses y años. Hoy en día eso puede hacerse en menos de una hora y por 5.000 dólares. Descifrar el primer genoma humano costó 3.000 millones de dólares. Esto es posible gracias a los secuenciadores de segunda generación. Se espera en los próximos 10 años una mejora de entre 1.000 y un millón de veces de productividad.
¿Es posible almacenar tanta información sobre salud?
Si la avalancha de datos es difícil de manejar imaginemos dentro de 10 años. La capacidad de almacenamiento se duplica hoy día cada 18 meses, pero la avalancha de datos de tipo biológico se está duplicando cada 9 meses. Esto produce un cuello de botella de la información, ya no por los secuenciadores, sino porque lo que hace falta es potenciar la capacidad de almacenamiento, procesamiento... y facilitar soluciones que garanticen la seguridad de la información sobre todo en el ADN humano, la privacidad, la trazabilidad... y herramientas que permitan compartir esa información entre los distintos países. Habría que multiplicar por 10 la capacidad actual.
¿Elixir intenta poner remedio a esta situación?
Para que sea posible construir esa infraestructura hay una serie de países que han manifestado su interés en formar parte del consorcio. Firmaron un memorándum de entendimiento unos 15 países y se pueden incorporar más. Francia y Bélgica se ha incorporado ahora. Bélgica también ahora. España está en ese grupo. Además me comprometió a poner fondos. Ahora mismo hay cinco países que han puesto dinero en el proyecto. Reino Unido, Suecia, Suiza, Republica Checa y Estonia. Reino Unido es el que más aporta con 86 millones de euros. Suiza también ha puesto 35 millones de euros para su Instituto de Bioinformatica. El resto aporta unos 4 millones de euros cada uno.
¿Y España?
España tiene un documento donde se compromete a aportar unos 1,7 millones de euros para cuatro años. Una cifra muy por debajo del resto de países para hacer realidad este proyecto. Francia se espera que haga aportación firme. Y detrás parece que va a ir España, pero no sabemos si con esa cifra. Esperemos que España apueste por este proyecto. Algunos de los investigadores españoles de este campo se han tenido que ir del país por falta de fondos. Bioinformaticos muy preparados que se han ido a Suiza e Inglaterra.
¿Cuándo estará funcionando el consorcio?
Ha habido una fase previa para movilizar y ver quién tiene interés en el proyecto. Esto se ha desarrollado desde 2010 hasta 2013. Ahora en 2014 hay que dar el paso de poner la inversión. Y ahora hay un proyecto piloto para que cada uno trabaje en un área distinta. Se espera que a finales de 2015 ó 2016 ya puedan trabajar todos los bioinformáticos coordinados.
¿Bull se ha interesado en este proyecto?
Sí. Nuestra intención es conseguir una sanidad más preventiva y menos reactiva y para eso hace falta ir hacia este modelo. Nosotros podemos descifrar la información de los secuenciadores y correlacionarlos.