José Luis Poveda
Pte. Sdad. Española de Farmacia Hospitalaria
Aeste paso, sostenibilidad y sistema sanitario no van a cobrar su verdadero sentido si no las leemos juntas. Pero es que resulta innegable que atravesamos un periodo más largo de lo que nos gustaría: las amenazas que sobrevuelan a la solidez de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) no son pocas y no abundan precisamente los indicios de que esto vaya a cambiar pronto. Tampoco son pocos los esfuerzos encaminados a tapar los agujeros de la barca para que no se nos hunda.
El debate sobre el gasto es diario y el papel protagonista que de forma creciente estamos jugando los farmacéuticos de hospital es absolutamente razonable si bien nuestro objetivo hoy no ha variado un ápice respecto al de ayer: hemos trabajado, trabajamos y vamos a seguir trabajando para la utilización eficaz, segura y eficiente de los medicamentos. Y del mismo modo que la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) se ha esforzado para dar la mejor respuesta al reto de la cronicidad o al desafío que supone saber incorporar las posibilidades que ofrece el entorno 2.0 a nuestra labor, podemos decir otro tanto en el capítulo concreto de la evaluación del fármaco.
La decisión sobre qué medicamentos van a incluirse en la prestación farmacéutica es un elemento clave a la hora de asegurar la salud de la población y a su vez de optimizar el gasto sanitario. La financiación selectiva no solo debe buscar el ahorro sino el mejor fármaco en términos de valor terapéutico, eficacia, seguridad y eficiencia. Las Comisiones de Farmacia y Terapéutica (CFT) de los hospitales españoles son las responsables de la selección de los medicamentos a incluir en el centro y han sido y están siendo lideradas desde los servicios de farmacia. Como profesionales, estamos acostumbrados a la colaboración multidisciplinar: conocemos el circuito hospitalario, tenemos conocimientos técnicos y habilidades en materia de farmacoterapia, con competencias sobre el entorno y, sobre todo, acumulamos mucha experiencia en la evaluación y selección de medicamentos, que hoy por hoy, por lo dicho más arriba, es una estrategia más necesaria que nunca.
En esa búsqueda de soluciones, un punto y aparte fue el Real Decreto 16/2012 (abril de hace dos años), a partir del cual se marca como objetivo un uso más racional y eficiente de los medicamentos, pero sin concretar en ningún caso cómo debe hacerse. En ese sentido, la sociedad que presido lleva años liderando el conocimiento y desarrollando prácticas concretas de evaluación de nuevos medicamentos en nuestro país de la mano del grupo de trabajo Genesis (Grupo de Evaluación de
Novedades, Estandarización e Investigación en Selección de Medicamentos); con él desarrollamos hace unos años el programa Madre diseñado para facilitar la realización de informes de evaluación de una forma ordenada y sistemática, definiendo para cada una de las fases del proceso cuál es la metodología más adecuada. Una herramienta pensada para la evaluación que llevan a cabo las CFT y que incorpora nuevas dosis de interactividad e importantes avances metodológicos y conceptuales.
En 2014 podemos afirmar con satisfacción que el modelo ya ha sido adoptado por el 85 por ciento de los hospitales españoles, y que se ha incorporado como una herramienta a su labor en la evaluación de nuevos medicamentos sin ninguna obligación normativa. ¿Y hasta qué punto es importante disponer de esta herramienta? Del total de fármacos incluidos en la prestación farmacéutica estatal, solo entre un 7 y un 10 por ciento se incluyen en los hospitales. No olvidemos que invertir en evaluar el valor terapéutico añadido o la relación costeefectividad de un nuevo tratamiento, o de los ya existentes en el mercado, es la forma más efectiva de garantizar la solvencia futura del sistema sanitario público.
La metodología Madre ya se ha adoptado por parte de algunas comisiones de evaluación de los servicios de salud y de las comunidades autónomas, como por ejemplo en Aragón, Valencia, Andalucía, Cataluña y Baleares, y está a disposición de cualquier otro organismo e institución, incluido el Ministerio de Sanidad. Al esfuerzo colectivo que suponen los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT) y en el que participan la Agencia del Medicamento, comunidades autónomas, profesionales, etc., se suma una herramienta como el programa Madre, que puede generar un valor añadido, introduciendo elementos que seguro ayudarán en la toma de decisiones para la Financiación y Fijación de Precio.
Desde que se desarrolló el programa, hemos seguido trabajando en su actualización y así hace unas semanas presentamos la versión 4.0 del programa Madre en una Jornada
sobre Evaluación de Medicamentos celebrada en el Ministerio de Sanidad. Una versión mejorada en base a la experiencia y la participación de expertos en metodología y evaluación, con la incorporación de nuevos apartados, instrucciones y aplicaciones. Fue motivo de elogio por parte de los representantes de la Administración. Para nuestra satisfacción, el Ministerio manifestó que, ante la existencia actual de áreas no muy definidas en lo que respecta a la fijación de las condiciones de precio y reembolso, “tomaban buena nota de los conocimientos y las experiencias acumulados por los farmacéuticos de hospital”. De hecho, se puso de manifiesto la intención de incorporar a la SEFH en el proceso de evaluación que da lugar a la fijación de precio y reembolso.
Nos adentramos en una etapa clave de cambios en la toma de decisiones sobre medicamentos con el desarrollo de los IPT y la creación del Grupo de Coordinación de Posicionamiento Terapéutico (GCPT), junto con novedades en el modelo de decisión de precio y financiación. No cabe sino sumar esfuerzos para el desarrollo de sistemas que fortalezcan el uso racional del medicamento. Defendemos fórmulas que conjuguen una forma de trabajar consensuada con maneras transparentes, ágiles y participativas. Creemos en el valor de nuestra aportación y en nuestra capacidad para seguir mejorándola como hemos hecho hasta ahora.