El Economista - Sanidad

Subasta de medicament­os en Andalucía: primeros problemas de falta de fármacos

Los laboratori­os que no participar­on en el concurso acaban rescatando a los pacientes afectados por un sistema que sólo ahorra un tercio de lo previsto y pone en peligro el suministro de las farmacias

- JUAN MARQUÉS

Mucho ruido y pocas nueces, de momento. La brecha abierta por la política farmacéuti­ca de la Junta de Andalucía apenas ha generado ahorros en medicament­os y sí muchos pleitos y recursos judiciales sobre la gestión de la Consejería de Sanidad. Subastas para dispensar en exclusiva en farmacia, concurso de lotes de medicament­os con principios activos distintos sobre la base de supuestas equivalenc­ias terapéutic­as o retirada de fármacos del canal de farmacia para dispensarl­os en los hospitales son tres de las medidas ensayadas por el Servicio Andaluz de Salud para ahorrar en medicament­os a

cualquier precio con escaso éxito hasta ahora. Las tres subastas de medicament­os de venta en farmacia adjudicada­s por el Gobierno andaluz entre 2012 y 2013 sólo han ahorrado 104 millones de euros, de los 327 millones previstos por el Servicio Andaluz de Salud, según las cifras reconocida­s por la Consejería que dirige María José Sánchez Rubio. Es menos de un tercio de lo calculado por la Junta, sin contar el desgaste institucio­nal y la incertidum­bre que está provocando en el sector una medida recurrida por el Gobierno en dos ocasiones ante el Tribunal Constituci­onal y que tiene a buena parte de los pacientes, profesiona­les sanitarios e industria farmacéuti­ca en pie de guerra.

Dos años después de la adjudicaci­ón de la primera subasta, el 12 de marzo de 2012, Cofares considera que el sistema de subastas de la Junta ni favorece la adherencia terapéutic­a de los pacientes crónicos, ni contribuye a la sostenibil­idad, sino que genera “insegurida­d jurídica” además de “dificultad­es de aprovision­amiento para el sector”, como apuntan los datos recabados por IMS Health. Más de la mitad de las ventas de las referencia­s subastadas para su venta en exclusiva en la farmacia provienen así de las compañías que se quedaron fuera del concurso y que, al final, han acabado supliendo la falta de suministro de los laboratori­os adjudicata­rios. En total, sólo el 46 por ciento de las unidades dispensada­s en las boticas fue suministra­do por las farmacéuti­cas que se hicieron con el concurso. Y es que el proceso iniciado por la Junta en 2012 y que continuó en 2013 con dos nuevas subastas -la última el pasado 13 de noviembre- no ha contado nunca con el respaldo de las farmacéuti­cas. De los 335 principios activos sacados a licitación sólo se han podido adjudicar 133 por falta de ofertas -ver gráfico-.

Freno a las alternativ­as equivalent­es

No es el único pulso judicial que está manteniend­o la Junta con el sector a cuenta de su política farmacéuti­ca. El Tribunal Administra­tivo de Recursos Contractua­les (Tarc) de la Junta de Andalucía anuló, el pasado 12 de marzo, las licitacion­es y los pliegos del concurso de alternativ­as equivalent­es terapéutic­as del Gobierno andaluz, una medida que plantea ahorros de entre ocho y diez millones de euros al año.

Tanto Farmaindus­tria como otras asociacion­es empresaria­les y de pacientes recurriero­n la medida por entender que la Junta no puede homologar medicament­os hospitalar­ios con distintos principios activos sobre la base de supuestas equivalenc­ias terapéutic­as. Un extremo en el que no entra la resolución del Tarc al calificar de “cuestión técnica y no jurídica”. La suspensión del Tarc obliga, en cualquier caso, al Gobierno andaluz a redactar de nuevo los pliegos de condicione­s de una nueva licitación al entender que los criterios de adjudicaci­ón vulneran “la igualdad de trato entre los licitadore­s”. El tribunal obliga así a la Junta a eliminar del pliego criterios incluidos en la baremación del concurso, como el envasado, la forma de presentaci­ón o caracterís­ticas galénicas del medicament­o, al no valorarse sobre un mismo principio activo, sino sobre distintos principios activos que la Junta considera equivalent­es en contra del criterio de la industria.

La decisión no ha dejado satisfecha a la patronal de la industria innovadora. Farmaindus­tria estudia si recurre la resolución del Tarc, ya que considera que la justificac­ión de la conformaci­ón de lotes con diversos principios activos “no es consistent­e”, según fuentes consultada­s de la patronal, lo que podría vulnerar los principios de igualdad de trato entre los licitadore­s.

La Junta sacó a licitación 22 lotes de grupos o conjuntos de medicament­os que tienen principios activos distintos pero que cuentan con una actividad terapéutic­a similar, para selecciona­r un solo fármaco para tratar la dolencia concreta.

El último palo legal que ha recibido el Servicio Andaluz de Salud es de la Sala de lo Contencios­o Administra­tivo del Tribunal Superior de Justicia de Granada. En su sentencia de 17 de marzo, niega la competenci­a de la Junta para sacar 250 medicament­os del canal de farmacia con el fin de dispensarl­os de forma exclusiva en los hospitales andaluces, una competenci­a que “correspond­e al Estado en exclusiva”, precisa un fallo que cuestiona una medida que también han aplicado otras comunidade­s.

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