Hacienda baraja nuevos copagos en salud
El Gobierno deja la puerta abierta a recuperar el plan de aportaciones previsto en el transporte sanitario no urgente, los productos ortoprotésicos y la alimentación dietética
El Gobierno deja la puerta abierta a recuperar el plan de aportaciones previsto en el transporte sanitario no urgente
Los cerca de 3.000 millones de euros de ahorro en medicamentos que la ministra de Sanidad, Ana Mato, puso encima de la mesa a principios de año han sido un argumento de peso para que Hacienda aparcase el plan de copagos previsto en la reforma sanitaria de 2012. Pero la búsqueda de nuevos ingresos que compensen la pérdida de recaudación que se producirá tras las rebajas fiscales que entrarán en vigor en 2015 vuelve a situarlos en el centro del debate.
El Plan Nacional de Reformas que el Gobierno ha remitido a Bruselas para cumplir los objetivos de déficit recurre así a los “mecanismos de pago por uso de servicios” para mejorar la recaudación, sin precisar si afectarán a servicios básicos como la sanidad o la educación. Desde Hacienda remiten a la hoja de ruta planteada en el Programa de Estabilidad 2014-2017 y el Plan de Reformas, sin cerrarse ninguna puerta.
El documento enviado a Europa apunta de hecho la “modificación de la cartera común suplementaria sujeta a aportación del usuario”, así como la introducción de “incentivos a favor de un uso eficiente de los recursos”. Sin ofrecer mayor detalle, el Ejecutivo prevé “actualizar” los catálogos de productos y “revisar” la oferta de servicios de esta cartera que, en principio, está sometida a copagos por parte del usuario, en el caso del transporte sanitario no urgente, las prestaciones ortoprotésicas o los productos dietéticos. El objetivo de ahorro en este terreno asciende a 42,5 millones de euros, que se suma a los 700 millones de euros previstos dentro de la ordenación de la Cartera de Servicios Básica.
Habrá que esperar al próximo 2 de junio, después de las elecciones europeas del 25 de mayo, para que el Ejecutivo comunitario examine la nueva hoja de ruta española y fije sus recomendaciones económicas para España.
Ana Mato se ha apresurado a desmentir que el Gobierno vaya a aprobar nuevos ajustes para los ciudadanos o que su departamento tenga intención de recuperar los copagos aprobados en el Consejo Interterritorial del SNS de diciembre de 2012, a pesar de que el Plan de 2013 llegó incluso a cifrar el impacto de la aportación en ambulancias en 175 millones de euros. Sólo se contemplan ahorros “de mayor eficiencia” a través de la entrada en vigor de la nueva orden de precios de referencia y el impulso de las centrales de compra. “No habrá ningún ajuste más. Simplemente seguimos con medidas de eficiencia como el ahorro que va a suponer la bajada de precio de más de 15.000 medicamentos y la central de compras. Por tanto, son ahorros de mayor eficiencia pero nunca ajustes que afecten a los ciudadanos”, ha precisado la ministra.
El potencial de ahorro de las dos medidas apuntadas por Mato es, sin embargo, muy limitado. Hay que leer la letra pequeña del Programa de Estabilidad para el próximo trienio para descubrir en qué partidas prevé el Gobierno reducir el gasto público, a pesar de que estas cifras se parezcan más a las cuentas del Gran Capitán que a un documento formal de compromisos.
El nuevo programa de 2014 prevé así un nuevo recorte de gastos de personal, farmacéuticos, corrientes en bienes y servicios, transferencias corrientes y de capital e inversiones, así como aboga por completar las medidas adoptadas en sanidad previstas en el Real Decreto-ley 16/2012, lo que abre la puerta a los copagos de la cartera de prestaciones suplementarias, que tampoco son ninguna panacea. Hay que recordar que la rectificación pública de Sanidad de enero se produjo tras conocerse el informe del Consejo de Estado que cuestionaba precisamente la eficacia del copago en el transporte en ambulancia.
En cualquier caso, Sanidad vuelve a incidir en la farmacia para recabar el grueso del ahorro dentro de un gasto que absorbe más del 30 por ciento de los presupuestos autonómicos. La futura orden de precios de referencia recortará el gasto público en medicamentos en 400 millones de euros, ahorros que ya estaban recogidos en el plan del año pasado y que no se han activado por el retraso en la aprobación de la norma. También se promete reducir el gasto en botica en 119,1 millones adicionales este año, 150 en 2015 y otros 150 en 2016, dentro de un paquete sin definir de “otras medidas en materia de farmacia”, que podrían recoger el impacto de la extensión de la receta electrónica en el SNS.