Menos envases, pero más reciclado
Aumenta el número de fármacos domésticos caducados recogidos en el Punto Sigre
Dos años después de la entrada en vigor del nuevo copago farmacéutico, su impacto económico y sanitario no están ni mucho menos claros. Nadie discute que la aplicación de la medida estrella del Real Decreto 16/2012 ha traído consigo una drástica reducción de 108,61 millones de recetas públicas facturadas en los últimos 24 meses, hasta situarse en los 864,51 millones, según los últimos datos de julio.
El Ministerio de Sanidad ha conseguido ahorrar así 1.587,11 millones de euros desde julio de 2012 y frenar una tendencia que hubiese situado a España por encima de los 1.000 millones de recetas al año. En total, la sanidad española ha reducido su consumo de 20,81 recetas por persona y año en julio de 2012, a las 18,59 recetas de 2014.
Pero la pregunta que sigue sin respuesta por las autoridades sanitarias es ¿a qué precio? Y es que se desconoce qué grupo de pacientes se ha visto más afectado, hasta el punto de llegar a renunciar a la medicación prescrita por ahorrarse la nueva aportación impuesta por Sanidad y que, por primera vez, toca el bolsillo de los pensionistas.
Y el efecto disuasorio...
El departamento que dirige Ana Mato justificó el nuevo sistema de copago por su efecto disuasorio para promover un uso más racional y reducir el elevado número de envases de medicamentos sin utilizar que los españoles guardan en casa. Hasta 3.700 toneladas de fármacos caducados se habrían destruido en 2011. Por esta razón, Sanidad subrayó en el último Barómetro sanitario 2013 presentado en julio el descenso del número de ciudadanos que asegura almacenar en su domicilio envases enteros de medicamentos recetados por el médico.
Si en 2012 se calculó que los españoles guardaban 45 millones de envases, dos años después el botiquín casero se ha reducido hasta los 30,1 millones, “gracias a la puesta en marcha del nuevo sistema de aportación del usuario en farmacia, en función de la renta”, apuntan desde el Ministerio.
Aunque se trata de una encuesta de opinión, los resultados no concuerdan con los aportados por el Punto Sigre. La memoria anual de 2013 refleja un incremento del reciclado de fármacos caducados y envases domésticos de medicamentos vacíos o con restos que los ciudadanos depositan en los contenedores blancos de las farmacias. Si bien el año pasado el Punto Sigre, que incluye también productos de parafarmacia y residuos impropios como pilas o gafas, registró una ligera reducción de envases recogidos al pasar de 1.391 millones a 1.352 millones, las cantidades obtenidas aumentaron de 79,80 a 81,12 gramos por habitante y año. Es decir, los españoles reciclaron más medicamentos caducados que en 2012, cuestionándose así el efecto disuasorio del copago.
Lo que sí está fuera de toda duda es su impacto recaudatorio y el elevado coste que tienen este tipo de políticas para los ciudadanos. Sólo el Gobierno catalán recaudó 45,7 millones de euros con el cobro del euro por receta en los poco menos de siete meses que estuvo en vigor hasta que el Tribunal Constitucional suspendió su aplicación. Una cifra millonaria que da cuenta del verdadero alcance fiscal de un copago farmacéutico que Sanidad oculta también a los ciudadanos.