LAS FARMACÉUTICAS ACEPTAN EL PAGO POR RESULTADOS
Acuerdo inédito entre el Ministerio y el laboratorio estadounidense MSD para financiar un medicamento de alto coste
El Ministerio de Sanidad y la farmacéutica estadounidense Merck Sharp & Dohme (MSD) han llegado a un acuerdo inédito en nuestro país para aprobar y financiar un costoso tratamiento para la hepatitis C que la compañía acaba de sacar al mercado. La sanidad pública asume el coste del nuevo medicamento sólo si logra curar al paciente y si resulta menos eficaz de lo esperado, la farmacéutica no verá un euro por el mismo. Este novedoso acuerdo entre proveedor y pagador en el sistema sanitario se había puesto en funcionamiento por algunos hospitales a título propio para adquirir algunos fármacos pero es la primera vez que el Ministerio de Sanidad utiliza este tipo de contratos para poder financiar un nuevo medicamento de alto coste para todo el sistema.
El nuevo fármaco de MSD, denominado Victriles, cuyo principio activo es boceprevir, está indicado para el tratamiento de la hepatitis C, una enfermedad con la que el Ministerio de Sanidad se había encontrado con un dilema económico en los últimos meses. El fármaco más eficaz hasta ahora para esta patología (más de un 90 por ciento de curación), de la compañía Gilead (de EE.UU) y ya aprobado en la Unión Europea, había llamado a las puertas del Ministerio de Sanidad con un precio de salida para su financiación casi imposible de hacer frente: 60.000 euros por tratamiento.
El tratamiento de MSD ha mostrado una eficacia casi parecida y Sanidad, con este acuerdo alcanzado, tiene ahora un as en la manga para poder negociar con Gilead para que rebaje su precio si quiere ser comercializado en España.
En el caso del novedoso acuerdo con MSD, este contrato de riesgo compartido se basa en la definición de paciente curado, de manera que el Sistema Nacional de Salud sólo asume el coste de los pacientes que logran la curación. La implementación y gestión del acuerdo se concretará con cada comunidad autónoma u hospital que lo ponga en marcha.“Este acuerdo de riesgo compartido pone de manifiesto el esfuerzo que desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en colaboración con nuestra compañía, se está realizando para que todos los pacientes del Sistema Nacional de Salud afectados por hepatitis C
El laboratorio se asegura que su fármaco, de alto coste, pueda ser usado en España
crónica tengan acceso a sus tratamientos”, asegura Joaquín Mateos, director médico de la farmacéutica MSD en España.
También con Janssen
No es el único pacto anticrisis al que ha llegado este verano el Ministerio de Sanidad para poder aprobar los nuevos medicamentos contra la hepatitis C que acaban de llegar al mercado. Con la también estadounidense Janssen -división de Johnson&Johnson-, la Administración pública ha alcanzado también un acuerdo de riesgo compartido con su medicamento Olysio -simeprevir-, que ha demostrado tasas de éxito similares a los otros dos fármacos. En este caso, la compañía se ha comprometido a cubrir los costes del tratamiento cuando éstos sean mayores al presupuesto fijado por el Ministerio. Estos acuerdos de denominan de de techo máximo de gasto. “Hay un techo de gasto, de forma que las comunidades autónomas sólo se podrán gastar equis cantidad de dinero, que es el que han tenido el año pasado para el tratamiento de la hepatitis C. Pero no habrá techo de enfermos, y todos los que requieran el tratamiento será abonado por el laboratorio”, ha afirmado el presidente de la Comisión de Sanidad y diputado del Partido Popular, Mario Mingo.
La propia Janssen ha confirmado que, en el caso en el que el coste de los tratamientos sean superiores al presupuesto fijado por Sanidad, el laboratorio correrá con los costes del mismo. Antonio Fernández, director de Acceso al Mercado y Goverment Affair de la compañía, reconocie que “el tiempo para la aprobación ha sido récord y refleja la necesidad que existe para la introducción de estos medicamentos de segunda generación”. En este sentido, añadió que “el acuerdo con el ministerio trata de limitar el impacto presupuestario y demuestra nuestra coherencia con las políticas de precios y la atención a las necesidades del sistema sanitario”.
Negociaciones con Gilead
Mientras, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad continúa las negociaciones con la farmacéutica Gilead para fijar un precio de financiación pública del
tratamiento de la hepatitis C sofosbuvir, cuyo nombre comercial es Sovaldi, y el objetivo es que se rebaje su coste de 60.000 a 25.000 euros por tratamiento.
Mario Mingo asegura el criterio del Ministerio es que Gilead acepte un precio “acorde con el de medicamentos con un resultado terapéutico similar” y, por tanto, ronde los 25.000 euros por tratamiento al igual que se acordó con Janssen para la financiación del simeprevir, que ya ha comenzado a administrarse desde del 1 de agosto. “Ya es bastante un precio de esta categoría”, afirmó el diputado popular, quien agradeció en la Comisión de Sanidad del Congreso al resto de grupos parlamentarios sus manifestaciones de apoyo para “tratar de conseguir el mejor precio”. “Si no lo hiciéramos así, acusarían al Gobierno de que no usa las armas que tiene para garantizar la solvencia y sostenibilidad del sistema”, recordó.
El Ministerio de Sanidad lleva desde enero intentando que la farmacéutica estadounidense Gilead rebaje el precio de su fármaco para la hepatitis C para poder financiarlo. El medicamento fue aprobado en toda Europa en el mes de enero al haber demostrado en los estudios científicos tener una eficacia superior al 90 por ciento en los pacientes graves de hepatitis C. Sin embargo su precio, casi 17.000 euros la caja de 24 comprimidos, es considerado excesivo por el departamento de Ana Mato.
Y es que las cuentas se le disparan al Ministerio con este fármaco. Un paciente necesita al menos un tratamiento de 12 semanas con este medicamento, lo que eleva la factura a cerca de 60.000 euros. Y en muchos casos, según los especialistas, la duración del mismo deberá ser de 24 semanas, lo que dispara el coste a cerca de 100.000 euros por paciente. No es la primera vez que las autoridades sanitarias se encuentran con un nuevo medicamento de gran eficacia pero de muy alto precio en los últimos años. Sin embargo, estos fármacos suelen ir dirigidos a enfermedades poco comunes y diversos tipos de cáncer con no demasiados pacientes. Sin embargo, la hepatitis C es una infección que afecta a una gran parte de la población, por lo que el problema del coste de sus fármacos es un quebradero de cabeza con los presupuestos actuales en farmacia.
En España se estima que hay actualmente unas 900.000 personas con hepatitis C, aunque los médicos consideran que los casos graves que realmente necesitarían ya este tratamiento