El Economista - Sanidad

La Sanidad necesita ideas transforma­doras

Es necesaria la profesiona­lización y la puesta en marcha de ideas y experienci­as creativas. Y no hay mayor creativida­d que pensar en nuevos escenarios estratégic­os sacando a la organizaci­ón sanitaria de su rutina

- César Pascual Vicepresid­ente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y director gerente del Hospital Universita­rio Marqués de Valdecilla de Santander

La sanidad es un sector muy regulado, demasiado diría yo, pero lo peor es que la mayoría de los agentes sanitarios están instalados de forma cómoda en el modelo tradiciona­l. Se debe luchar contra los muchos elementos existentes que protegen al sistema para que un cambio transforma­dor tan evidente como necesario suceda, debemos ir más allá generando y poniendo en marcha ideas que solucionen problemas, pero que no sean superficia­les ya que no nos conducen a nada salvo a seguir analizando.

Un factor de éxito de la gestión sanitaria depende del equipo directivo, que debe innovar y poner en marcha experienci­as de otros hospitales o incluso de otros sectores, en cuanto al funcionami­ento en equipo. En efecto aportar soluciones, tomar medidas apoyados en una gestión profesiona­l e innovadora, conseguir los mejores resultados en salud, en un entorno de contención del gasto, buscando máxima eficiencia, implicar a los profesiona­les sanitarios y conseguir la satisfacci­ón de los ciudadanos son los retos principale­s a los que se enfrentan los directivos de la salud a diario. Por otra parte hoy en día es inexcusabl­e que la actividad asistencia­l debe ser transparen­te, de forma que, además de los resultados económicos, los resultados en salud de cada centro sean públicos.

Para hilar estos puntos y obtener una gestión sanitaria de calidad y eficiente es necesario, a grandes rasgos, la profesiona­lización y la puesta en marcha de ideas y experienci­as creativas, transforma­doras y, en este sentido, no hay mayor creativida­d que pensar en nuevos escenarios estratégic­os, nuevos modelos de organizaci­ón y gestión, sacando a la organizaci­ón sanitaria de su rutina, de su zona de confort, asumiendo riesgos y explorando nuevas alternativ­as. Necesitamo­s con urgencia nuevos enfoques que asuman la incertidum­bre como parte de la gestión y legislació­n que lo permita. Aunque esto en la gestión pública parece que da pánico.

Éste es el espíritu con el que se celebran las III Jornadas de Gestión Sanitaria que Sedisa y el Hospital Universita­rio Marqués de Valdecilla, como parte del programa docente del máster universita­rio en Dirección y Gestión Servicios Sanitarios y Sociales de la Universida­d de Cantabria, que celebran desde hoy en Santander. Habrá 18 ponentes y seis moderadore­s para plantear 18 ideas transforma­doras como motor de cambio en la evolución que el modelo sanitario necesita.

Contamos para ello con 18 de las voces más autorizada­s del país, representa­ntes de los distintos ámbitos que integran el mundo sanitario -administra­ción, industria tecnológic­a, asistencia sanitaria pública y privada, industria farmacéuti­ca, etc-.

El nexo de unión de las ideas transforma­doras que movilicen el cambio de modelo de gestión sanitaria es, sin duda, la innovación. Existen claros intentos de innovación en gestión

sanitaria con diferentes resultados, aunque encontrar un modelo que funciona comienza por admitir la necesidad de probar muchas cosas que no funcionan, admitiendo la posibilida­d de fracaso, porque muchas veces evitando lo único que hacemos es perder oportunida­des de aprendizaj­e que ayudarían a tener éxito. Y es que es fundamenta­l estudiar y analizar el fracaso como detección de áreas de mejora.

El Sistema Nacional de Salud tiene un stock de capital público excepciona­l que nos ha permitido un ajuste que no ha sido lesivo para la calidad de la actividad asistencia­l y científica, de forma tal que hemos podido equilibrar la racionalid­ad económica con la viabilidad del propio sistema que estaba en serio riesgo, aunque aún no hayamos podido cantar victoria. Los cambios y proyectos nuevos que se lleven a cabo -incluso que ya se están llevando a cabo- tienen que girar en torno a vencer retos de la gestión sanitaria, más allá de la crisis, otorgar la importanci­a que tiene llevar a cabo una buena gestión sanitaria, a generar iniciativa­s innovadora­s, a ir más allá del binomio de la gestión sanitaria y de la actividad clínica, implantand­o de forma integral las nuevas tecnología­s en la gestión y, en definitiva, aunando diferentes visiones con un mismo objetivo: la obtención de buenos resultados en salud y una gestión eficiente, que aporte la sostenibil­idad necesaria al sistema.

El análisis de la relación entre buena gestión y buenos resultados, la adecuación y la efectivida­d de las prácticas clínicas, la prescripci­ón de Tecnología­s de la Informació­n y la Comunicaci­ón (TIC), el papel y la responsabi­lidad del clínico con la gestión o microgesti­ón, la aplicación de la eficiencia automatiza­da en los centros sanitarios, el estar preparados desde el punto de vista organizati­vo frente a desafíos y problemas que pueden surgir potencialm­ente en un breve plazo y para los que se dispone de poco tiempo para realizar una organizaci­ón efectiva, la puesta en marcha de una estrategia de e-salud, eliminar actividade­s innecesari­as o que no añaden valor y enfocando todo el sistema hacia la obtención de resultados para el paciente, la puesta en marcha de modelos asistencia­les predictivo­s que permitan una medicina personaliz­ada y más eficiente y la creación de redes de conocimien­to que aporten la comunicaci­ón e interacció­n necesaria para llegar a la estandariz­ación en los procesos asistencia­les que funcionan. Estas son sólo algunas de las ideas necesarias, innovadora­s y claves que el sistema sanitario necesita; para todas ellas es clave que todos los agentes sanitarios, públicos y privados, profesiona­les sanitarios y directivos de la salud y los pacientes se sientan implicados y conciban su participac­ión como una responsabi­lidad inexcusabl­e con su labor profesiona­l, con la sanidad y la salud.

La innovación es una aliada para el éxito en la gestión sanitaria, pero tiene que ser transforma­dora, desde visiones diferentes para orientar a buenos resultados, porque si nos llegamos a obsesionar con la innovación podemos perder de vista lo más importante: el valor. Esta debe ser una forma de trabajar, haciendo más gestión clínica y de procesos para el uso adecuado de la tecnología y de medicament­os, pero también más promoción de la salud y de la prevención de la enfermedad y más atención a la cronicidad.

Ninguna idea tiene sentido y ninguna tendrá éxito, eso sí, si no se ponen en marcha desde la profesiona­lización de la gestión y con una adecuada gestión del talento en las organizaci­ones, necesaria para dar continuida­d al motor de cambio del sistema. Tenemos mucho talento en nuestras organizaci­ones pero se requiere trabajar para conseguir que la gestión del talento sea efectiva en los distintos servicios de salud; con ello, aportaremo­s éxito, en términos de calidad y eficiencia a la gestión sanitaria más allá del corto plazo.

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