RETOS ANTE LA DISCAPACIDAD EN LA WEB
El mundo ‘online’ se ha convertido en el único recurso del que disponen las personas discapacitadas para acceder a determinados servicios. De ahí la demanda de que las páginas web sean más accesibles
El 13 de diciembre de 2006 quedó aprobada la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas. Tal y como queda reflejado en la Convención, entre las personas con discapacidad se encuentran aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás. El mayor reto es brindar las herramientas necesarias que les permitan una vida más autónoma y plena, con las mismas oportunidades sociales y profesionales.
Casi todas las personas padeceremos algún tipo de discapacidad transitoria o permanente a lo largo de nuestro recorrido vital. Todos somos susceptibles de sufrir algún tipo de accidente, enfermedad y, por supuesto, de envejecer. Sin embargo, en multitud de ocasiones, nos cuesta reaccionar frente al dolor ajeno y preferimos la mera compañía en silencio.
En la era digital en la que vivimos inmersos, llegó la hora de hacer algo de ruido sobre accesibilidad web. La red nos ha permitido hacer compras, reservar viajes, transportes y trámites administrativos de cualquier índole, desde una simple pantalla de ordenador. Toda una comodidad, que evita los desplazamientos a grandes superficies comerciales, agencias de viaje o entidades bancarias. En los últimos años se ha mejorado la accesibilidad a diversos lugares físicos, públicos y privados. Pero aún son muchos los que permanecen vetados para una persona con discapacidad, por falta de adaptación.
Así, la web se convierte en el único recurso para acceder a determinados servicios para una persona, por ejemplo, con discapacidad motriz y visual. De una manera forzosa se convierten en los clientes más fieles de las ventas online. Un usuario ciego, para poder trabajar con un ordenador precisa de un lector o revisor de pantalla, para interpretar la información y proporcionarla a través de síntesis de voz y línea braille. Aquellas personas con restos de visión necesitarán un magnificador de pantalla, es decir, un software para aumentar el tamaño de los elementos digitales.
La accesibilidad web, un desafío aún por cumplir
Muchas empresas han olvidado la responsabilidad social y legal de adaptar sus páginas web. Existen normas legislativas, como
la Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de Igualdad de Oportunidad, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las Personas con Discapacidad, la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información o la Ley 56/2007, de 28 de diciembre, de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información. La mayor parte de ellas se incumplen sin penalización alguna. Estamos negando a aquellas personas con discapacidad una oportunidad de acceder a la información e interactuar; ejes del éxito personal y profesional.
Todo ello llevó a crear el Consorcio World Wide Web, conocido como W3C. Se trata de una comunidad internacional, donde se trabaja en el desarrollo de estándares web. Las denominadas Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web, conocidas como WCAG nacen como guía en el diseño accesible de páginas web. Hay Pautas para Autores en el desarrollo de software, accesibilidad para XML, HTML y para agentes de usuario 1.0. Pocos profesionales en España, dedican tiempo y esfuerzo en la formación para la adaptación web. Uno de ellos, Manuel Quintiana Porta, explica que la mejora en la accesibilidad web ofrece beneficios, no sólo en la calidad de vida de las personas con discapacidad, sino que también mejora la cuota de mercado y la audiencia alcanzada por un sitio web.
En España, casi 4 millones de personas declaran algún tipo de discapacidad. A nivel empresarial, los costes de desarrollo y mantenimiento se ven reducidos con las técnicas de diseño para adaptación y permiten la reutilización de los contenidos en otros dispositivos como teléfonos. La accesibilidad web engloba muchos tipos de discapacidades, incluyendo problemas visuales, auditivos, físicos, cognitivos, neurológicos y del habla. La discapacidad adquirida por un accidente o enfermedad pone de manifiesto la vulnerabilidad de la vida. Es, quizá, la más difícil de afrontar. El proceso de adaptación comienza con la negación, asociada a un sentimiento de rabia, intentando encontrar algo o a alguien a quien poder culpar. Son habituales los sentimientos negativos sobre la realidad y el futuro. Perder la propia autonomía es algo para lo que no estamos preparados. Y llegará el momento de mirarse a uno mismo, frente al espejo y frente a todos los demás. No debe hacerse en soledad. La integración de una persona con discapacidad es responsabilidad de todos. Como profesionales de la salud, debemos ser capaces de conseguir y canalizar la información necesaria para poder ayudar. El próximo 14 de octubre, en el Google Campus de Madrid, se celebrará la duodécima edición del Día W3C en España. El evento es abierto y gratuito, además de una buena oportunidad para conocer los nuevos aspectos en edición y publicación digital. Sin olvidar que del 23 al 25 de septiembre, la Fundación Once, promueve el VI Congreso Internacional de Diseño, Redes de Investigación y Tecnología (DRT4ALL 2015 ). Este año, además, se celebrará en el mismo marco que el V Congreso Internacional de Turismo para Todos. En la vida, no recordaremos los días, se recuerdan sólo los momentos que podamos compartir para ayudar. Ha llegado el momento de hacerlo.