“La fábrica de Salamanca es estratégica para el grupo y va a seguir recibiendo inversiones”
ALBERTO VIGARIO
Ángel Fernández dirige la filial en España de la farmacéutica estadounidense Merck Sharp & Dohme (conocida como MSD en Europa y Merck en EEUU), la tercera compañía del sector por ventas en nuestro país (900 millones en 2014). Tras más de 30 años en el negocio farmacéutico y tras haber llevado las riendas de MSD en Latinoamérica, llegó a finales de 2012 a España, justo en plenos recortes del gasto en fármacos. Ahora, su compañía puede presumir de haber sido la primera en firmar un acuerdo de riesgo compartido para la aprobación de un fármaco, nada menos que de la hepatitis C.
¿Es sostenible el sistema sanitario que tenemos?
La pregunta que debemos hacernos en primer lugar para responder a esta pregunta es qué queremos conseguir. Por suerte, tenemos la población más longeva de Europa, 83 años, y aspiramos a tener la mejor calidad de vida posible. Esto solo es posible si tenemos los mejores resultados en salud y para ello se requiere un impulso continuo a la incorporación de la innovación en todo nuestro sistema de salud, desde el desarrollo de nuevos medicamentos hasta los nuevos modelos asistenciales y de las nuevas tecnologías. Además, existen muchas enfermedades de gran prevalencia para las que aún no se han encontrado soluciones adecuadas, como en el alzheimer o el cáncer.
¿Y cómo se hace para que los últimos tratamientos lleguen cuanto antes a los pacientes sin descuadrar el presupuesto?
Nosotros como MSD intentamos aportar en este ecuación. Primero, descubrimos y desarrollamos nuevas soluciones innovadoras que ayudan a salvar vidas y a mejorar la calidad de vida. Esta es nuestra misión. Y después hemos hecho todo lo que está en nuestra mano. MSD apoya enfoques flexibles para la fijación de precios y acceso temprano a los pacientes de los medicamentos innovadores, a través de nuevos modelos de acceso que permitan la sostenibilidad del sistema.
En concreto, ¿qué tipo de acuerdos?
Estamos de acuerdo con los acuerdos de precio-volumen o de techo de gasto, que se centran en los riesgos financieros. También en los acuerdos basados en resultados en salud o los acuerdos de riesgo compartido, que abordan la incertidumbre en términos de los resultados de un fármaco o de un tratamiento. En este sentido, nos sentimos orgullosos de ser pioneros al haber firmado en julio de 2014 el primer acuerdo de riesgo compartido con el Ministerio de Sanidad para combatir la hepatitis C. Y también confiamos en la puesta en marcha de registros y programas epidemiológicos que permitan el mejor conocimiento de cómo afectan a la población las distintas patologías y cómo abordarlas de una forma mucho más integral.
Algunas grandes farmacéuticas han disminuido la inversión en I+D para descubrir nuevos medicamentos, ¿cuál ha sido el caso de MSD?
Llevamos más de un siglo de historia de innovaciones disruptivas en salud que han contribuido y están contribuyendo a cambiar el curso de las principales enfermedades. A día de hoy seguimos destinando el 17 por ciento de nuestras ventas mundiales a investigación y desarrollo, lo que supone unos 7.000 millones de dólares al año.
¿Cuales han sido las principales aportaciones de MSD para cambiar el curso de enfermedades graves?
Sacamos al mercado la Estreptomicina para combatir la tuberculosis. También las vacunas para luchar contra el sarampión, rubeola y las paperas. Así como la vacuna contra el ébola que ya está en fase III de investigación. En las enfermedades metabólicas, lanzamos la lovastatina y la simvastatina para combatir el colesterol o la sitagliptina para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren diabetes tipo 2. Y en las infecciones por VIH, gracias a la disponibilidad y acceso a los nuevos antirretrovirales como el indinavir en los años 90, se ha logrado que una enfermedad letal se convierta en crónica.
¿Qué es lo más importante que tienen en cartera?
Lo más reciente es pembrolizumab, ya disponible en EEUU y en fase de aprobación final en Europa, en el área de la Inmuno-Oncología para combatir el cáncer. La inmuno-oncología es un nuevo paradigma Además, en hepatitis C, tenemos una combinación de dos fármacos (grazoprevir/elbasvir) que ha demostrado una eficacia de entre el 95 y el 100 por cien en distintos tipos de pacientes. Estamos en la fase de registro y en enero del año que viene podrá estar ya aprobado en Estados Unidos. Seguramente en España, tendremos que negociar acuerdos de riesgo compartido o de techo de gasto para su financiación.
¿Cómo ha afectado a MSD España el recorte en el gasto público en medicamentos de los últimos años?
Es cierto que la industria farmacéutica española ha visto como el gasto farmacéutico público ha disminuido en 4.700 millones de euros desde el año 2012. Evidentemente, esto nos ha afectado directamente. Nosotros tenemos alrededor de un 5 por ciento del mercado, por lo que el impacto directo en las ventas ha sido de unos 200 millones. A pesar de esto, hemos podido pasar estos años con cierta tranquilidad, ya que teníamos los ajustes hechos y hoy MSD en España tiene un negocio saneado.
¿Cómo evoluciona la fábrica de Salamanca? ¿Sigue siendo estratégica para la multinacional?
Sin duda. En la planta de MSD Animal Health en Salamanca nos dedicamos a la producción de vacunas para salud animal, y ya se fabrican más de 90 referencias para todas las especies, avicultura, rumiantes, porcino, acuicultura y animales de compañía. Además, ya se exportan productos a más de 50 países, por lo que sigue siendo una de las fábricas de la industria farmacéutica veterinaria más importantes del mundo en la producción de vacunas para la salud animal. Esta planta destaca por su especial innovación en el ámbito de las Ciencias de la Vida, tanto por la aplicación de las nuevas tecnologías a la salud animal, como por sus áreas de especialización, siendo una de las más importantes plantas productoras de vacunas para uso en avicultura y acuicultura de MSD. Va a seguir siendo una planta muy importante para MSD y el grupo seguirá haciendo importantes inversiones.
“Estamos orgullosos de ser pioneros en este tipo de nuevos
acuerdos”
“La caída del gasto público nos
supuso un
impacto de 200 millones” “Vamos a seguir
invirtiendo en la planta de
Salamanca, es estratégica”