Con nocturnidad
La modificación final del decreto en vísperas de su aprobación por el Consejo de Ministros, y sin previo aviso a las partes implicadas, supone también una irregularidad de procedimiento, ya que debería volver a someterse a un nuevo proceso de análisis por parte del Consejo de Estado, aseguran desde el Despacho, máxime cuando el cambio en el articulado supone una modificación sustancial al cambiar el sentido del decreto.
La aprobación fallida del Real Decreto plantea además muchas incertidumbres para el sistema sanitario. Lejos de dar cobertura a las situaciones no reguladas hasta entonces, la nueva normativa impide aplicar lo que la Ley establece. “Hay un riesgo de responsabilidades de todos aquellos profesionales que intervienen en el proceso”, advierten los juristas.
Los enfermeros tienen claro que si se publica finalmente “será imposible de aplicar”, sostiene el presidente del CGE, Máximo González Jurado. “Esto que han hecho es la antología del disparate y la inaplicabilidad, por lo que la única salida que hay ahora es que el próximo Gobierno que saldrá de las elecciones generales busque un acuerdo y un buen consenso entre las dos profesiones”, afirma el representante de la enfermería española.
Los enfermeros han conseguido además movilizar a la profesión en torno a esta causa y buscado apoyos políticos suficientes en las comunidades autónomas y entre los partidos políticos para cambiarlo. Si se publica el decreto, la profesión ya ha anunciado que dará 100 días al Gobierno para que se modifique y, si no se hace, “reaccionaremos convocando un gran