Los conciertos ahorran
Lo preocupante de esta tendencia para las arcas autonómicas es que, lejos de ahorrar, las administraciones pueden incurrir en mayores gastos si siguen frenando su actividad concertada y deciden atender la demanda asistencial por sus propios medios. A preguntas de elEconomista, el secretario general de la FNCP, Carlos Rus, sostiene con datos oficiales sobre tarifas públicas de servicios sanitarios publicados que la actividad concertada es, por término medio, un 50 por ciento más barata que la pública.
Los responsables sanitarios ahorrarían, por lo tanto, dinero público a los contribuyentes si decidiesen incrementar su colaboración con el sector privado para rebajar las elevadas cifras de listas de espera que soporta el Sistema Nacional de Salud y que van en detrimento de la calidad asistencial. Como reconoció recientemente el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín: “La calidad es recibir lo que necesito cuando lo preciso”, según aseguró en un reciente foro organizado por Fuinsa en relación con el aumento de las listas de espera. Un objetivo que la sanidad pública está lejos de cumplir para desesperación de los pacientes.
Precisamente la reducción de las listas de espera sigue siendo el objetivo principal de la actividad pública concertada con los centros privados en un 62 por ciento de los casos. Otro 57 por ciento incluye las pruebas diagnósticas y el 49 por ciento la asistencia general.
Otra tendencia preocupante para el sector es la privatización de asistencia a través de estructuras públicas, como apunta Cristina Contel. Es lo que está