El gasto en sanidad vuelve a crecer, pero ¿están hechos todos los ajustes?
El gasto público en Sanidad volvió a aumentar en el año 2014, algo que no ocurría desde el año 2009. En total, el conjunto de las Administraciones Públicas destinó 63.339 millones a pagar las facturas de los hospitales y ambulatorios, los salarios de los médicos, enfermeras y asistentes, medicamentos y otros suministros sanitarios. La cifra supone unos 9.600 millones menos que en 2009, cuando el gasto sanitario alcanzó su máximo techo en nuestro país con casi 73.000 millones de euros. El dinero dedicado a la Sanidad sigue siendo la segunda partida más cuantiosa del Estado tras la partida dedicada al pago de las pensiones: 14 euros de cada 100 euros que gastan las administraciones van destinados a equipos, instrumental y productos médicos, servicios a pacientes externos, servicios hospitalarios y servicios de salud pública en general. Ahora, la pregunta es: ¿se han podido hacer en estos cinco años los ajustes necesarios que necesitaba el Sistema Nacional de Salud para garantizar su futuro?
Por ejemplo, como indicamos en este número que abre el año, el espectacular incremento del gasto farmacéutico en hospital registrado el año pasado está muy lejos de ser sostenible para la Sanidad española si no se puede recortar en otras partidas. Hasta un 28,7 por ciento se disparó la actual factura hospitalaria en medicamentos respecto a 2014, que ya rebasa los 8.300 millones de euros, según los datos avanzados por IMS Health. Bien es cierto que esta subida del gasto es efecto directo de la irrupción de la nueva generación de antivíricos contra la hepatitis C, pero la previsión de la consultora es que el gasto a PVL en este capítulo ascienda entre el 3 y el 4 por ciento anual durante los próximos cuatro años, hasta representar el 45 por ciento de la factura pública total en fármacos.
Esta es la previsión del crecimiento de un mercado que estará impulsado por el lanzamiento de fármacos de precios elevados en áreas terapéuticas como oncología y hepatitis C, entre otros. Se trata, sin duda, de una partida de gasto que en cualquier país desarrollado debería aumentar cada año, como síntoma de que se incorporan los medicamentos más eficaces del mercado. Sin embargo, los ajustes deberían llevar por otro lado si queremos seguir disfrutando de un sistema de calidad a este precio. Aunque, como viene avisando Europa desde el pasado año, tememos que la tijera vuelva a afectar a esta partida, a costa otra vez de que algunas regiones tengan mejores fármacos que otras.
La partida de gasto en medicamentos de hospital, los de enfermedades más graves, debería aumentar cada año en cualquier país desarrollado, como síntoma de que su sociedad avanza