Hacia un modelo sociosanitario coordinado e integral
El modelo sanitario de un país es un indicador de la fortaleza del estado de bienestar de su sociedad. En España, todos los agentes implicados, tanto públicos como privados, contribuyen a la evolución de la sanidad española desarrollando mecanismos eficientes que garanticen la viabilidad del sistema y la mejora de su calidad asistencial. Los costes sanitarios, sin embargo, están exigiendo un replanteamiento de las políticas asistenciales. Muchos recursos sanitarios de alta complejidad y costes se dedican a atender a pacientes necesitados de cuidados residenciales o servicios de baja complejidad en el propio domicilio, con unos costes infinitamente más bajos.
De esta forma tenemos que pensar en un modelo -el sociosanitario- que coordine recursos sanitarios y recursos sociales. No se trata de crear unos recursos nuevos, sino de utilizar bien los existentes. Se trata de una nueva manera de trabajar con lo que tenemos.El sector sociosanitario en España está en sus inicios, a pesar de -o gracias a- la delicada coyuntura económica en la que estamos inmersos desde hace años. Los gastos en Sanidad son una de las principales partidas presupuestarias de las Administraciones Públicas. Los gastos sociales, vinculados a la atención a la dependencia, que venían creciendo desde inicios de los 80, se vieron reforzados y garantizados por la Ley de Dependencia de 2006, pero no han crecido como las situaciones de dependencia requieren.
De este modo nos encontramos con un sistema sanitario caro y deficitario que consume ingentes recursos para producir bienes y servicios de salud, en muchos casos ineficientes; por otro, tenemos un sistema de servicios sociales para atender la dependencia, que carece de recursos para producir servicios asistenciales de calidad a precios sostenibles. Y el reto o la paradoja no a hecho más que empezar.
Actualmente hay más de ocho millones de españoles mayores de 65 años, que representan al 18 por ciento del total de la población. Un colectivo que consume gran parte de los recursos sanitarios por la incidencia de patologías asociadas a la edad. Por eso es necesario impulsar otros modelos que ahorren costes y preserven la salud. La teleasistencia es un recurso disponible, de bajo coste, para ayudar a las personas mayores a mejorar su calidad de vida. Un servicio que contribuye a prevenir dolencias asociadas a la soledad o la baja autoestima; que eleva la autopercepción positiva sobre la salud; que permite mantener en su propio domicilio a los usuarios y a otros colectivos vulnerables, actuando de inmediato en casos de emergencia, entre otras prestaciones.
Nuestro incipiente sistema sociosanitario está dando pasos en pro de la calidad de los servicios y de la eficacia de las herramientas de gestión y funcionamiento, pero debemos ser constantes en nuestro compromiso. La meta es lograr la consolidación de un modelo de atención sociosanitaria integral, sostenible y de máxima calidad, adaptado a la nueva realidad de nuestro país y a las exigencias de las personas.