EL ASMA INDUCIDO EN EL MUNDO LABORAL
La OMS estima que alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo padecen asma y un reciente estudio afirma que el asma ocupacional no siempre tiene relación estricta y directa con la actividad laboral desempeñada
Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Jefa Unidad de Investigación Hospital Asepeyo (Madrid) describen 161 biomarcadores genotípicamente diferentes relacionados con el riesgo de sufrir asma alérgico. La investigación es activa e incesante. En España cabe destacar la actividad del grupo de Neumología del Hospital Vall d’Hebron. Una de sus principales líneas de investigación se centra en el estudio de la patología respiratoria de origen ocupacional y ambiental. Un estudio realizado por este prestigioso grupo, en colaboración con otros centros hospitalarios nacionales como el Hospital La Paz, objetiva que el asma ocupacional no siempre tiene relación estricta y directa con la actividad laboral desempeñada. En algunos casos, el cuadro asmático se origina por la exposición a un agente irritante pero en otros, supone un agravamiento de una patología previa, conocida o no. La OMS estima en alrededor de 300 millones el número de personas en el mundo que padecen asma. La prevalencia en España llega al 14 por ciento de la población de la que el porcentaje correspondiente al asma ocupacional se situaría entre el 2 y el 10 por ciento. Ya en los años 80 se conocían más de 200 agentes capaces de provocar asma en el medio laboral. Los sectores laborales engloban la industria alimentaria, de fertilizantes, textil, conservera, industria cosmética, veterinarios, personal de laboratorio, manufacturas o electrónica entre otros muchos más. Las sustancias irritantes se clasifican en función de su peso molecular. Entre las de elevado peso molecular se encuentran las sustancias de origen vegetal, polvo y harinas. Las de bajo peso molecular engloban medicamentos, resinas, plásticos, maderas y metales.