Congreso Nacional de Informática de la Salud
INFOR SALUD 2016 ha elegido como lema “Atención integral: Las TIC en la coordinación entre los sistemas social y sanitario”. El Congreso se celebrará entre el 8 y el 10 de marzo en el Hotel NH Collection Madrid Eurobuilding.
El catedrático de Economía y director del CRES (Centro de Recerca en Economía i Salut) de la Universidad Pompeu Fabra somete a revisión crítica, punto por punto, la propuesta sanitaria que el PSOE hizo pública para negociar su investidura.
Guillem López Casasnovas reconoce que se trata de un documento que “forma parte de gesticulaciones y negociaciones para un acuerdo final impredecible” y que, si se tuviese que tomar en serio, puntualiza hasta en dos ocasiones, resumiría en “media página de palabrería buenista y, en general, de escaso contenido aplicable en la gestión sanitaria y a las necesidades del día a día”.
El documento socialista plantea de inicio “restablecer la universalidad de la cobertura del Sistema Nacional de Salud” y reformar la legislación sanitaria para “asegurar la sostenibilidad de un sistema sanitario público, universal, financiado por impuestos, de calidad, gratuito, con equidad en el acceso por parte de los ciudadanos, con una misma cartera básica de servicios para toda la ciudadanía en un marco de amplia descentralización”.
López Casasnovas tacha de “error” una reforma que busca “anquilosar en lugar de flexibilizar”. Cuestiona así la sostenibilidad financiera del modelo “con más de lo mismo” y financiado con impuestos, “como si ello fuese garantía de equidad”. En cuanto al mantra de “calidad, gratuito y universal”, el profesor responde que el “de todo para todos y de la mejor calidad a estas alturas del siglo XXI ya no sé quién se lo puede creer. Nada es gratuito en la vida”, recuerda. Por último, la descentralización amplia por la que abogan los socialistas “con homogeneidad entendida como lo mismo para todos es un contrasentido”, sostiene.
Sí considera “correcto, pero inespecífico” el refuerzo de la gestión pública del sistema que plantea el documento, como también el desarrollo de la Ley General de Salud Pública como instrumento preferente para incrementar la salud de los ciudadanos, una política que ve “correctísima”. También destaca el impulso de una estrategia de coordinación de los servicios sociales y sanitarios, aunque reconoce su “elevada complejidad que, a falta de detalle, hace que
devenga poco creíble”.
En cuanto a la planificación de necesidades de profesionales y desarrollo y potenciación de nuevos roles para los profesionales de enfermería, el experto opina que se trata de “un desideratum de consenso previsible”.
La propuesta sanitaria del PSOE recoge además el desarrollo de un Plan estratégico para la renovación tecnológica del SNS e incrementar la compra centralizada de medicamentos y productos sanitarios “en todos aquellos casos en los que las Comunidades Autónomas de forma voluntaria consideren que pueden mantener un ahorro significativo por agregar sus necesidades de compra con otras Administraciones”. Para Guillem López Casasnovas se trata de una medida “confusa”. “El problema no es de inflación, de renovación tecnológica. Mejor sería hablar de deflación y buscar el dividendo de la especialización. La compra centralizada nos devuelve al disparo de un sólo tiro, pero de cañón, de nuevo con el monopsonio de compra con todas las corruptelas asociables. La diversidad es la mejor innovación, para evaluar posteriormente y aprender de las mejores prácticas”, asegura.
También advierte contra el intento de asegurar la interoperabilidad de las diferentes herramientas de la e-salud en todo el sistema sanitario: tarjeta sanitaria común, receta electrónica e historia clínica común. “Ojo con identificar lo común con lo vulgar por aquello de que el mínimo común denominador es siempre la unidad. Mejor trabajar con comunes múltiplos que engloben por la parte de arriba el interés general, y coordinar horizontalmente identificando el interés de las partes, y no verticalmente por el ordeno y mando del central”, alerta.
En el capítulo farmacéutico, el PSOE insta a desarrollar una política de eficiencia y ahorro en el gasto farmacéutico. El primer punto sería garantizar que el copago farmacéutico “no sea una barrera de acceso, en especial para pensionistas”. El profesor de la UPF duda sobre la conveniencia y aplicabilidad de la medida, ya que “un pensionista no es hoy en términos medios un pobre”, matiza. Sí le “suena bien”, por el contrario, el sistema de selección pública para medicamentos y productos sanitarios sin patente del PSOE, mientras que el sistema de monodosis en medicamentos de alto consumo le parece que “aquí la salsa es probable que sea más cara que el pescado”. Y lo explica así: “el coste marginal de producir una píldora adicional es casi cero, manipular sobres con etiquetas puede ser muy caro”. Por último, ve acertada la negociación sobre el precio de terapias de hepatitis C, si bien entrevé “muchas limitaciones”.