EL SILENCIO DEL AUTISMO EN EL MUNDO LABORAL
Solo en España, 450.000 personas padecen este trastorno y más del 80 por ciento de los adultos con autismo carecen de empleo
Hace muy pocos días, el día 2 de abril, muchos lugares emblemáticos de la geografía española e internacional se iluminaron de azul con motivo de la celebración del Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. La Catedral de Santiago de Compostela, el Empire State Building de Nueva York o el Cristo de Corcovado en Río de Janeiro se han sumado a la iniciativa global Light it Up Blue a favor del respeto, la tolerancia y la inclusión de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo. El color azul, desde el punto de vista psicológico es el color de la fantasía y la ilusión y según algunos autores, el color de todo aquello cuya realización se halla lejos de alcanzar. Aún son muchos los retos para lograr la inclusión social y laboral de las personas con autismo. Se trata de un problema de salud cuya prevalencia va aumentando a nivel mundial. En España, 450.000 personas padecen este trastorno. Las manifestaciones clínicas son muy diversas y heterogéneas, pero confluyen en la dificultad para la interacción social y el desarrollo comunicativo lingüístico. La etiología sigue siendo muy controvertida. Hasta la década de los 70, fue considerado como alteración psicológica en el desarrollo de los primeros vínculos emocionales establecidos con los padres, habitualmente fríos y distantes. Sin embargo, los primeros estudios de investigación de carácter observacional, abrieron la posibilidad a una alteración orgánica subyacente. Se constató que una proporción amplia de adolescentes con autismo desarrollaban crisis epilépticas. A partir de este momento las investigaciones en factores biológicos han ido en aumento. La mayor parte de los autores coinciden en el carácter multifactorial de esta alteración. De manera individual o conjuntamente, existen factores genéticos, metabólicos e incluso víricos que provocarían una alteración prenatal con un desarrollo anormal del sistema nervioso central que conduce a una amplia sintomatología conductual.
El riesgo genético ha sido ampliamente estudiado. En el año 2007, Elias Zerhouni, director del proyecto Genoma Autismo publicaba una novedosa investigación que relaciona este desorden neurológico con el gen que codifica la proteína denominada neurexina 1, importante en la interacción y comunicación entre las neuronas y una nueva región en el cromosoma 11, con más genes relacionados. 1.200 familias con uno o más de sus miembros con autismo fueron
estudiadas a lo largo de 5 años. Conocer los genes que pueden condicionar la susceptibilidad a padecer autismo será determinante para definir la interacción con los factores ambientales en el desarrollo cerebral de los niños. El proyecto aún continúa y supone una valiosa herramienta de investigación para expertos de todo el mundo.
Desigualdad en el entorno laboral
Las personas con autismo poseen capacidades y habilidades merecedoras de ser potenciadas para evitar el deterioro social que aún vienen sufriendo. En España, más del 80 por ciento de las personas adultas con autismo carecen de empleo. La actual situación socioeconómica en que vivimos, contribuye a una discriminación más generalizada de este colectivo. La campaña de concienciación sobre el autismo en el año 2015 se desarrolló bajo el lema: El empleo: La ventaja del autismo. Se ponía especial interés en llamar la atención sobre las cualidades que una persona con autismo tiene para el desempeño de un puesto de trabajo. Son personas meticulosas y perfeccionistas, con gran memoria a largo plazo para el cálculo y la retención de datos y baja tolerancia al error. Sólo necesitan el apoyo suficiente para canalizar estos valores. Desde Naciones Unidas se proponían trabajos de laboratorio, pruebas de software o registro de datos como los más indicados para estas personas. Algunas personas están gravemente afectadas y es difícil que se puedan adaptar a un mercado laboral abierto y necesitarán recursos más específicos. Sin embargo, hay un grupo amplio que se puede incorporar al mercado laboral con una metodología concreta. Nace así la figura del preparador laboral. Se trata de un profesional que conoce a la persona autista, el tipo de trastorno y sus necesidades específicas. Les acompaña y ayuda en materia formativa. El objetivo es lograr un ambiente cómodo entre los compañeros y mandos superiores. Es aquí donde se necesita concienciación social y empresarial. Sólo así se conseguirá tolerancia, solidaridad y respeto.
En España, la Asociación Nuevo Horizonte, sin ánimo de lucro y constituida por padres cuyos hijos están afectados por Trastornos del Espectro Autista lleva más de 30 años dedicada a la educación, atención, tratamiento y rehabilitación de estas personas. Con el reto de promover el bien común, han conseguido que varias personas con autismo tengan convenios de prácticas con empresas, manteniendo contacto con sus apoyos personales que siguen proporcionando estrategias de comunicación y de competencias sociales, que les permiten resolver pequeños problemas que puedan presentarse en el día a día del entorno laboral. La compañía tecnológica danesa Specialisterne, es una empresa social que trabaja con el objetivo de crear puestos de trabajo para más de un millón de personas con autismo en todo el mundo, en tareas como pruebas de software, programación y entrada de datos para clientes corporativos. Las próximas ediciones de sus programas de formación para personas con trastornos del espectro autista serán en septiembre en Madrid y en julio en Barcelona. Buena oportunidad para romper el silencio de la desigualdad laboral.