Hacienda exige un freno en el gasto hospitalario
El Gobierno obligará a las comunidades autónomas perceptoras del Fondo de Liquidez Autonómico a sumarse al protocolo de gasto farmacéutico firmado con Farmaindustria, que fija un límite en el crecimiento de esta partida que se superó en 2015
El gasto público en sanidad está recuperando poco a poco el terreno perdido durante los años de la crisis y metiendo presión en las cuentas autonómicas. Medicamentos y productos sanitarios, nóminas y también conciertos, en menor medida, empujaron al alza en 2015 esta partida presupuestaria que absorbe más de un tercio de los presupuestos regionales. Si el recorte sanitario de 9.600 millones de euros desde 2009 contribuyó en buena parte a ajustar el desfase presupuestario autonómico, donde un tercio del esfuerzo correspondió a farmacia, el repunte del gasto farmacéutico en 2015 se está comiendo ahora el escaso margen de maniobra de las comunidades para cumplir con el nuevo objetivo de déficit prorrogado del 0,7 por ciento en 2016, cuando el año pasado cerraron con un agujero fiscal equivalente al 1,66 por ciento del PIB. El capítulo de farmacia vuelve así a estar de nuevo en la diana de los recortes en sus dos vertientes: gasto en medicamentos
hospitalarios y en recetas dispensadas en las farmacias. En total sumaron una factura de gasto de 16.123,6 millones de euros en 2015, que se eleva hasta los 20.365,9 millones si se contabilizan los productos sanitarios.
La tendencia de gasto en ambos frentes -hospitalario y farmacia- supera la regla de gasto del Programa de Estabilidad del Gobierno para 2016-2018, fijada en el 1,8 por ciento este año y el 2,2 por ciento en 2017. Dicho tope sirve de referencia al acuerdo de crecimiento firmado entre los Ministerios de Hacienda y Sanidad con Farmaindustria para los medicamentos originales. El gasto interanual en recetas subió así en marzo hasta los 9.607,9 millones de euros, un 2,18 por ciento más que el mismo periodo del año anterior, mientras que el hospitalario en fármacos cerró en 6.589,1 millones de euros en 2016, con un alza del 26 por ciento con los nuevos fármacos contra el VHC y del 4,5 por ciento sin contabilizarlos.
El antídoto para frenar el gasto en el caso de las recetas es conocido. El Gobierno ya ha elaborado un nuevo borrador de Orden de Precios de Referencia que podría ser efectiva en septiembre y cuyo impacto en el mercado de la farmacia rondará los 135 millones de euros, según IMS Health. El ahorro en la factura pública será menor al descontarse en torno a 27 millones de euros de impacto en el mercado privado y reducirse el importe de las deducciones que la Administración obtiene de las ventas de las farmacias de los fármacos que se incorporarán al sistema de precios de referencia. El ahorro final estará por debajo del recorte del gasto en recetas a PVL de 82 millones de euros del año pasado, concentrado en el segmento de marcas, según la consultora.
Donde no existe una fórmula mágica para contener la escalada del gasto es en el desembolso hospitalario. La irrupción de nuevas terapias y su alto precio están desbordando los presupuestos de muchos centros hospitalarios. Sanidad sigue abogando por las compras centralizadas, que apenas han reducido en 134 millones de euros el gasto durante la legislatura y cuyo objetivo de ahorro es de 100 millones en 2016. Hacienda obligará por ello a las comunidades perceptoras del Fondo de Liquidez Autonómico -Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia, La Rioja y Comunidad Valenciana- a sumarse al Protocolo firmado con Farmaindustria para controlar el gasto si desean recibir fondos en el segundo trimestre de 2016. El Gobierno, que plantea un ahorro sanitario de 1.000 millones de euros en 2016, quiere así vigilar de cerca cada mes el cumplimiento de la regla de gasto en una partida de gasto que está en el punto de mira de la Comisión Europea desde hace dos años.