El juego de trileros de las regiones con las listas de espera debe acabar
En la España de las 17 autonomías que presume de tener una de los mejores sistemas sanitarios del mundo es imposible comparar a día de hoy las listas de espera para una consulta o una operación en la sanidad pública entre las diferentes regiones. Y es imposible por culpa de los propios Gobiernos autonómicos, temerosos ante el posible escarnio público y de sus ciudadanos. Sin embargo, el examen más aproximado posible que realiza este mes elEconomista Sanidad pone de manifiesto un nuevo empeoramiento de los tiempos de espera quirúrgica y diagnóstica en el Sistema Nacional de Salud en 2015, a pesar de que las comunidades autónomas incrementaron su presupuesto de gasto y muchas regiones anunciaron planes de choque para reducirlas.
El tiempo medio de espera quirúrgica en la sanidad pública alcanzó así los 89 días a 31 de diciembre de 2015, dos días más que el año pasado y 13 más que en junio de 2012, última fecha comparable ante la ruptura estadística que provocó la inclusión de los datos de Madrid, que hasta entonces mantenía su propio modelo de contabilizar tiempos. El Ministerio de Sanidad sigue en este punto mirando para otro lado, sin ejercer su papel de coordinador y órgano rector de unas comunidades que siguen utilizando las listas de espera como mera propaganda política.
La última estrategia en torno a este tema ha llegado de varios de los nuevos Gobiernos regionales. Los cambios de Gobierno registrados en las comunidades en mayo de 2015 han traído un repentino esfuerzo en corregir o aflorar pacientes a las listas de espera que ofrecían hasta entonces esas mismas regiones con un ejecutivo de distinto signo político para laminar la gestión anterior y preparar el terreno para vender un nuevo cambio de tendencia en el próximo semestre. Así ha sido el caso de la Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha, entre otras regiones.
Mientras, una de las soluciones más sensatas en este campo, como es la colaboración con la sanidad privada a través de convenios y concursos para aligerar las esperas en la sanidad pública, sigue hoy estigmatizada por buena parte de los grupos políticos. El caso del Hospital La Ribera en Valencia es paradigmático. Su tiempo de espera para una operación no urgente se sitúa en los 47 días frente a los 118 días de demora media que registran los hospitales públicos de la Comunidad. Este hospital es público, pero tiene gestión privada.
Una de las soluciones más sensatas en relación a este campo, los convenios con la sanidad privada a través de concursos, está hoy estigmatizada por buena parte de los grupos políticos