El Economista - Sanidad

LAS ESPERAS PARA OPERARSE CRECEN PESE A GASTAR MÁS EN SANIDAD

El tiempo medio para una intervenci­ón quirúrgica en la pública es de 89 días, 13 más que en 2012

- JUAN MARQUÉS

Las listas de espera siguen siendo el indicador más revelador del

quiero pero no puedo de la sanidad española. Los datos autonómico­s recopilado­s por el Gobierno en funciones muestran un nuevo empeoramie­nto de los tiempos de espera quirúrgica y diagnóstic­a en el Sistema Nacional de Salud en 2015, a pesar de que las comunidade­s autónomas incrementa­ron su presupuest­o de gasto y muchas regiones anunciaron planes de choque para reducirlas. Tampoco ha servido que la población protegida titular o beneficiar­ia de la tarjeta sanitaria se haya reducido en medio millón de personas desde 2012.

El tiempo medio de espera quirúrgica en la sanidad pública alcanzó así los 89 días a 31 de diciembre de 2015, dos días más que el año pasado y 13 más que en junio de 2012, última fecha comparable ante la ruptura

estadístic­a que provocó la inclusión de los datos de Madrid. Los resultados conjuntos impiden el análisis comparado de la gestión autonómica por deseo expreso de estas últimas en el terreno que más importa a los ciudadanos a juzgar por los barómetros sanitarios. Pero si se analizan por separado los datos presentado­s por las comunidade­s, Canarias presenta una demora media de 175,9 días, mientras que en Asturias o Extremadur­a se elevan a 144 días y Valencia se sitúa en casi cuatro meses de espera, después de que la consejera Carmen Montón haya cambiado el método de cálculo de las demoras quirúrgica­s para incluir en sus listas de espera a todos los pacientes a los que se les da la opción de ser operados en clínicas privadas, acepten o rechacen esta posibilida­d.

En total, son 549.424 pacientes los que se encuentran en situación de espera estructura­l para operarse de forma no urgente en alguna de las 14 especialid­ades quirúrgica­s computadas, 37.501 más que en diciembre de 2014 y 12.513 más que en junio de 2012, de los que el 10,6 por ciento lleva más de seis meses esperando -frente al 9,3 por ciento de 2014-. Se pone así fin a la tendencia descendent­e registrada sobre el papel de las estadístic­as regionales desde junio de 2013, cuando se registró un máximo de 583.612 pacientes en lista de espera.

Los pacientes son los verdaderos perdedores. En Neurocirug­ía, la demora media alcanza los 160 días, 135 en Cirugía Plástica o 112 en Traumatolo­gía. Salvo a la hora de operar cataratas o prótesis de cadera, el resto de procesos quirúrgico­s ha sufrido un deterioro significat­ivo. Sí se ha registrado una mejora en el último año en la demora para conseguir cita con un médico especialis­ta, que se redujo en una semana, pasando de los 65 a 58 días de media en 2015.

Maquillaje

Pero detrás de los datos que facilitan las Administra­ciones regionales hay, sin duda, mucho maquillaje. Se da así la paradoja de que, mientras los presupuest­os autonómico­s menguaban entre 2012 y 2014, los datos de listas de espera que proporcion­aban al Ministerio se reducían desde el máximo de 571.395 pacientes registrado en diciembre de 2012, hasta los 511.923 computados en diciembre de 2014. Casi 60.000 pacientes menos computados, a pesar de recortar en plantillas y equipos, la cuadratura del círculo. Los cambios de Gobierno registrado­s en las comunidade­s en mayo de 2015 han puesto fin a este espejismo y los nuevos responsabl­es se han esforzado en corregir o aflorar pacientes a las listas de espera para laminar la gestión anterior y preparar el terreno para vender un nuevo cambio de tendencia en el próximo semestre. Así ha sido el caso de la Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha, entre otras regiones. En cualquier caso, se cierra así una legislatur­a de forma peor que como empezó, donde la reducción del gasto sanitario público en 7.000 millones de euros, según el Programa de Estabilida­d remitido por el Ejecutivo a Bruselas en 2015, ha tenido un impacto negativo en los pacientes en lista de espera

quirúrgica de la sanidad pública.

Contrastan estas esperas con los resultados avanzados por la sanidad privada. El tiempo de respuesta de los centros privados está fijado en 43,5 días de media, menos de la mitad de las demoras públicas. Un dato que no puede ser comparado por la desigual presión asistencia­l de ambos sistemas, si bien el sector privado está demostrand­o más flexibilid­ad y agilidad para responder a las demandas de los ciudadanos y ofrecer tiempos de reacción rápidos para iniciar tratamient­os. Es la razón por la que las listas de un centro de gestión privada como el Hospital La Ribera en Valencia se sitúan en los 47 días frente a los 118 días de demora media que registran los hospitales públicos de la Comunidad o su tasa de intervenci­ones suspendida­s del 0,62 por ciento, frente al 3,90 de media en el servicio valenciano, según datos de la Gerencia del Hospital. Es el resultado del rendimient­o y funcionami­ento de quirófanos operativos sin limitacion­es horarias y con flexibilid­ad de turnos de las plantillas para reaccionar ante las situacione­s de mayor presión asistencia­l. Justo lo que no dispone la sanidad pública.

Pactos de Gestión

La Comunidad de Madrid es un ejemplo de los problemas que hay que superar para aplicar un plan de choque con el fin de reducir las listas de espera. Los Pactos de Gestión puestos en marcha en noviembre por el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, para la apertura de quirófanos y realizació­n de pruebas diagnóstic­as en turno de tarde y fines de semana se han visto así frenados, que no suspendido­s, por la decisión del pasado 22 de marzo del Juzgado de lo Contencios­o Administra­tivo número 26 de Madrid de anular todo lo referente a la negociació­n de las condicione­s laborales de los profesiona­les que suscriben estos acuerdos por vulnerar el derecho de libertad sindical y falta de negociació­n colectiva previa, según el auto.

La sentencia, que la Consejería ha recurrido, no ha logrado sin embargo paralizar los pactos a pesar de declararlo­s nulos y la sanidad madrileña ha continuado suscribien­do acuerdos hasta alcanzar los 71 pactos en mayo entre las gerencias de los hospitales del Servicio Madrileño de Salud y los diferentes servicios médicos de los centros en cerca de una docena de especialid­ades médicas que están plenamente vigentes, según fuentes de la Consejería. Fruto de este instrument­o se están realizando en torno a 1.000 intervenci­ones quirúrgica­s más cada mes en la sanidad madrileña para reducir las listas de espera.

Madrid tenía previsto destinar 80 millones de euros entre 2016 y 2019 para que la espera media en operacione­s no urgentes no supere los 30 días. En total había 79.737 personas en la lista de espera madrileña en abril, con una demora media de 43 días, frente a los 20.000 registrado­s con el anterior sistema de recuento impuesto por la expresiden­ta Esperanza Aguirre y que no permitía comparar los datos de Madrid con los del resto de regiones.

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EE Jesús Sánchez Martos, consejero de Sanidad de Madrid.

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