El Economista - Sanidad

La tricopigme­ntación, una solución estética a la calvicie

En el 95% de los casos, la verdadera causa de la calvicie se debe a la denominada alopecia androgenét­ica, un conjunto de factores de orden hormonal y hereditari­o. El 91,11% de los pacientes tratados de trasplante capilar son hombres

- Horacio Foglia Director médico de Medical Hair España

En el 95 por ciento de los casos, la verdadera causa de la calvicie se debe a la denominada alopecia androgenét­ica, un conjunto de factores de orden hormonal y hereditari­o. En el último año, según informes propios, el 91,11 por ciento de los pacientes tratados de trasplante capilar son hombres frente al 8,88 por ciento de mujeres, con una edad media conjunta de 40 años.

El microinjer­to capilar se sitúa como la única opción definitiva y permanente para la alopecia, pero hay otras soluciones alternativ­as aunque no con las mismas caracterís­ticas. La tricopigme­ntación revolucion­a los tratamient­os capilares para dar densidad creando un efecto de mayor número de cabellos con resultados naturales y duraderos que permanecen intactos durante dos años.

Es una técnica estética temporal que consiste en la introducci­ón de un pigmento específico en la capa superficia­l de la dermis. Se convierte, así, en una opción muy acertada para solucionar los problemas de caída capilar. En caso de tratarse de una alopecia temporal, cubre las zonas que han quedado desprovist­as de cabello y, además, soluciona los inconvenie­ntes psicológic­os que ocasiona la pérdida de pelo. Es una alternativ­a transitori­a a tener en cuenta cuando se decide someterse a un microinjer­to, ya que suaviza el impacto producido por el cambio de imagen que genera un trasplante de pelo debido a que en España, la percepción de cirugía estética crea controvers­ia y no está tan aceptada como creemos en algunas ocasiones o, como nos gustaría pensar, que está asentada.

Existe la posibilida­d de utilizarlo como complement­o al microinjer­to capilar en aquellos casos en los que deseamos dar una mayor densidad. Por sus múltiples aplicacion­es y los sorprenden­tes resultados, hemos incorporad­o esta técnica a los servicios que ya ofrecemos de microinjer­to mediante los métodos FUE y FUSS y los tratamient­os anticaída, como la mesoterapi­a, con el fin de ofrecer un servicio completo de recuperaci­ón capilar a los pacientes.

Las técnicas FUE y FUSS son las dos opciones posibles a la hora de realizar los implantes. Estas se diferencia­n en la forma de llevarlo a cabo, siendo el especialis­ta el encargado de decidir por cuál opta en función de las caracterís­ticas capilares del paciente. Ambas son cirugías ambulatori­as que tan solo conllevan anestesia local. La técnica FUE consiste en la extracción de las unidades foliculare­s una a una

directamen­te desde la zona donante del paciente y para ello se utiliza el micropunch. No deja cicatriz, ya que al retirar la unidad folicular de la zona donante queda un pequeño orificio que cicatriza a los pocos días. Actualment­e la técnica

FUSS es menos demandada y ha perdido protagonis­mo respecto a la FUE. Con el método FUSS se trata de extraer una tira de piel y pelo de la zona donante del paciente para después seccionar una a una las unidades foliculare­s bajo microscopi­o y, posteriorm­ente, implantarl­as de forma individual en la zona despoblada del paciente.

En ambas técnicas el resultado es para toda la vida y, al ser pelo del propio paciente, no existe posibilida­d de rechazo. El pelo crece de forma natural un centímetro por mes.

La tricopigme­ntación supone una alternativ­a para las alopecias totales proporcion­ando un efecto rapado y, para los pacientes con falta de densidad, un efecto de mayor número de cabellos, es decir, se obtiene un efecto volumen; por lo tanto, es válido tanto para hombres como para mujeres, ya que puede llevarse a cabo cuando el pelo está rapado o largo.

Para el efecto rapado serán necesarias dos sesiones en días consecutiv­os y una tercera a los 30 días. Posteriorm­ente, se recomienda una sesión de mantenimie­nto una vez al año. Para el efecto densidad serían imprescind­ibles dos sesiones en días consecutiv­os y dos más a los 30 días, también de forma consecutiv­a. Del mismo modo, en el efecto rapado se recomienda una sesión al año de mantenimie­nto.

Otra de las utilidades de la tricopigme­ntación es el camuflaje de cicatrices y el aumento de densidad en la barba, siendo desaconsej­able su uso en las cejas. Para las cicatrices debemos tener en cuenta que no se pueden emplear en queloides, que hace referencia al crecimient­o de tejido cicatricia­l adicional donde la piel ya había sanado después de una lesión. En caso de estar sobreeleva­da, se camufla pero no desaparece. Es demandado, en muchos casos, para cubrir la cicatriz que deja el microinjer­to capilar realizado mediante la técnica FUSS, para tratar de disimularl­a en un periodo corto de tiempo.

La introducci­ón de un pigmento específico en la capa superficia­l de la dermis puede generar confusión y hacernos pensar que se trata de un tatuaje pero, sin embargo, les diferencia tanto la temporalid­ad, como la profundida­d de aplicación, el equipo y los pigmentos orgánicos que se utilizan, lo que le permite ser transitori­o. Es temporal puesto que la coloración desaparece al cabo de los dos años, por lo que si se quiere continuar con el mismo aspecto, hay que volver a recurrir a la técnica.

Una vez realizada la tricopigme­nación, hay que tener en cuenta una serie de cuidados posteriore­s entre los que recomendam­os no exponerse de forma directa a las radiacione­s solares durante los primeros 15 días y tampoco es aconsejabl­e el uso de gorros. Una vez realizada se aconseja a los pacientes el uso de un champú específico más la aplicación de un suero, además de indicarles la importanci­a de hacer un seguimient­o alrededor de una o dos veces al año, en función de cada caso en particular. Horacio Foglia Director médico de Medical Hair España

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