EL PODER TERAPÉUTICO DE LA LECTURA
Algunas empresas han comenzado a incluir la biblioterapia en sus programas de Medicina Laboral. Son escasas, es cierto, pero están consiguiendo muy buenos resultados, y es que se ha demostrado que la lectura aporta múltiples beneficios en la salud
Parece inusual que un receso en la jornada laboral se invierta en la lectura de las páginas de un libro. El descanso físico de nuestro organismo es importante y necesario para un buen rendimiento en las tareas que se desempeñan en cada puesto de trabajo. Sin embargo, se dedica muy poco tiempo al cuidado y reposo de nuestro cerebro. Los libros son buenos aliados y merece la pena reflexionar sobre ello.
El avance cada vez mayor, en la investigación neurocientífica, nos aporta evidencias para enfatizar en los efectos beneficiosos de la lectura sobre nuestra Salud. Desde hace tiempo se sabe que el hábito de leer mantenido en el tiempo, mejora la percepción y rendimiento en las actividades cotidianas. Permite afinar la memoria, agilizar la mente y retardar el proceso de envejecimiento y degeneración neuronal. Tanto lo real como lo imaginario enriquecen ampliamente nuestra existencia y empatía hacia los demás.
La terapia con libros comienza en 1916 con un artículo de la revista The Atlantic Monthly donde el doctor Bangster recetaba libros a sabiendas de que, según sus palabras, “un libro puede ser de la naturaleza de un jarabe calmante o de un cataplasma de mostaza irritante”.
En Estados Unidos, tras la I Guerra Mundial, surgieron iniciativas para recomendar libros a los soldados que regresaban del frente atormentados por el horror vivido y donde la lectura parecía mejorar su convalecencia y desde el año 1966, la American Library Association viene promoviendo los programas de lectura diseñados para revertir estados moderados de estrés y ansiedad.
Beneficios de la lectura en la salud
Un estudio que data de 2009, llevado a cabo por el Mindlab International, de la Universidad de Sussex, demostró sobre una muestra poblacional amplia que el efecto relajante de la lectura era mucho mayor a escuchar música, tomar una taza de té e incluso caminar al aire libre. Además, con un libro entre las manos es menor, sin duda, la sensación de soledad. En Inglaterra, el filósofo Alain de Botton creó en The School of Life, bajo la apariencia de una librería, un programa de cursos, talleres y charlas para enseñarnos a vivir bien. La sección de biblioterapia de este centro británico depende de dos expertas
en Literatura Inglesa, Susan Elderkin y Ella Berthoud. Son autoras del libro The Novel Cure, donde describen un método sencillo para entrenar nuestro cerebro a través de historias y personajes. Un cuestionario recoge estilo de vida, principales preocupaciones e ilusiones actuales y futuras así como hábitos y preferencias de lectura. En los últimos años se ha incluido una valoración física del estado de salud, por parte de un profesional médico. Con toda la información, se elabora una lista de seis u ocho libros que se recomiendan al lector. Las autoras se confiesan sentirse como un librero emocional. Los beneficios se encuentran tanto en libros de ficción como de no ficción. Se ha demostrado que en personas afectadas de esclerosis múltiple, cuanto mayor es el hábito de lectura en la juventud, tanto de ficción como periódicos, ensayos o revistas, mayor es el tamaño del hipocampo cerebral, lo que se relaciona con una mejor memoria y estado cognitivo, pese al progreso de la enfermedad.
Incluir la biblioterapia en la Medicina Laboral
Me gustaría hacer una mención especial a las personas con algún tipo discapacidad. ¿Quién se encarga de facilitarles tiempo y recursos para disfrutar de los beneficios de la lectura? Sólo cuidadores y familiares intentan suplir esta desigualdad, cuando también ellos necesitan ayuda y atención. Se han de facilitar accesos a espacios públicos y partidas presupuestarias amplias que permitan una plena incorporación social y cultural ampliamente demandada.
Algunas empresas han comenzado a incluir la biblioterapia en sus programas de Medicina Laboral. Son escasas, es cierto, pero están consiguiendo muy buenos resultados. En Reino Unido, el National Institute and Care Excellence, (NICE) colaboran con los empresarios en el desarrollo de guías y protocolos que contribuyan a disminuir los trastornos de estrés y ansiedad de sus trabajadores. Se habilitan espacios para librerías y bibliotecas accesibles a todos los trabajadores en un entorno cómodo que puedan usarse durante los descansos o cuando el trabajador haya terminado su jornada o incluso antes de comenzarla. Si el libro deseado no está disponible, el bibliotecario se encarga de conseguirlo. Se ponen en marcha cursos y talleres de lectura que promueven la relaciones empáticas. Se facilita el acceso a ebooks y aplicaciones para dispositivos móviles, pero se pierde el placer único del tacto en las páginas de un buen libro. También se organizan salidas literarias, obras de teatro o visitas a museos. Todas estas actividades han demostrado en los trabajadores que participan mayor rendimiento y eficacia en las tareas desempeñadas.
Motivos más que suficientes para invertir en potenciar estas iniciativas. Nunca es tarde para abrir la mente a una nueva perspectiva enormemente saludable; una receta sin ningún efecto adverso En un momento social donde la cultura, en su término más amplio, se menosprecia y manipulaba bien haríamos en emular a quienes frente a un libro abierto encuentran las palabras de un gran amigo que les habla, escucha y nunca les falla, ni olvida. Difícil encontrar a alguien más así.