Plan de 56 medidas para un sanidad de precisión
La Fundación Instituto Roche propone más de medio centenar de recomendaciones para desarrollar una estrategia estatal que incorpore un nuevo paradigma asistencial centrado en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento personalizados
La Fundación Instituto Roche propone su modelo para una medicina de precisión
Hablar de una estrategia estatal coordinada de medicina personalizada de precisión en una Sanidad compartimentada en 17 sistemas, que desconoce cuántos profesionales tiene o va a necesitar en el futuro, que se sigue financiando a través del FLA y que es incapaz de reducir sus listas de espera, resulta casi ciencia ficción.
Pero al decir de expertos como Juan Cruz Cigudosa, jefe del grupo de Citogenética Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, “no es ninguna opción, es el futuro”. Un futuro que están ya abordando otros países, como Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Francia o Alemania, entre otros, y al que España no puede renunciar porque implica “un cambio de paradigma”, según la oncóloga Ruth Vera, e incluso “la creación de una nueva industria que traduzca los datos acumulados a un nuevo lenguaje que sea aplicable en la práctica habitual”, como apuntó Carlos López Otín, bioquímico y biólogo molecular de la Universidad de Oviedo, durante la presentación de la estrategia en marzo en Madrid.
Lo cierto es que la estrategia de medicina personalizada que la propia ministra de Sanidad ha comprometido en esta legislatura ya la tiene encima de la mesa, gracias a la iniciativa impulsada por el Instituto Roche que ha reunido a un grupo de trabajo de diez expertos para elaborar la primera Estrategia Estatal de Medicina Personalizada de Precisión.
Se trata de una propuesta coordinada con 56 recomendaciones que situarían a la sanidad española en una posición óptima para aplicar y generalizar herramientas, diagnósticos y tratamientos de análisis genético que hoy se ofrecen a cuenta gotas en los centros y hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) en el caso, sobre todo, de pacientes con cáncer o con enfermedades raras. En 2016 apenas se realizaron 24.000 test genómicos en España, escasos sin duda pero que multiplican por cuatro los efectuados tres años antes.
Los beneficios de aplicar estas nuevas tecnologías de análisis genético serían “inmediatos”, según los expertos, al mejorar los resultados clínicos, la calidad y cantidad de vida de los pacientes y racionalizar el gasto sanitario evitando, por ejemplo, gastos innecesarios asociados al tratamiento del
paciente que no obtendrá beneficio del mismo por su propia biología y maximizando, por el contario, los beneficios de aquellos en que sí responderán a la terapia.
Gracias a la identificación de biomarcadores y el uso de terapias dirigidas en el tratamiento farmacológico se ha logrado, por ejemplo, duplicar y cuadruplicar la tasa de supervivencia de pacientes con cáncer colorrectal o de pulmón metastásicos, señala Jesús García-Foncillas, director del Instituto Oncológico y del Departamento de Oncología del Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
Fondos finalistas
Uno de los retos y problemas de la aplicación de estas nuevas técnicas y terapias es mantener la equidad en el acceso con criterios de calidad en España. En la actualidad, solo un grupo reducido de pacientes se puede beneficiar y su uso es “muy heterogéneo”, lamenta Ruth Vera. Depende, en buena parte, del apoyo de la industria farmacéutica y de los acuerdos firmados en cada comunidad u hospital para poner en marcha los tratamientos. Por ello, esta experta aboga por un cambio en el modelo de financiación que incluya fondos exclusivos o finalistas dirigidos al impulso de esta medicina en línea con lo que han hecho otros países. Para ello se plantean iniciativas de compra pública innovadora y proyectos de investigación en colaboración público-privada. Una financiación que debe estar basada en el valor y en los resultados en salud obtenidos, como recalca el documento de recomendaciones.
Apoyo institucional, un plan de financiación plurianual, formación, desarrollo de un marco normativo, impulso de los proyectos de investigación o creación de un ecosistema que implique a las administraciones, los servicios de salud, pacientes, empresas y sociedad en general son algunas de las bases de la propuesta de los expertos.
El desarrollo de un marco regulatorio adecuado sería una de las garantías de una medicina que, por definición, pretende adaptar el tratamiento médico a las características individuales de cada paciente y que, por lo tanto, requiere recabar y acumular datos privados que están protegidos por ley para explotar la información generada, como recalcó Julio Sánchez Fierro, uno de los miembros del grupo de trabajo y patrono de la Fundación Institución Roche.
Varias de las estrategias internacionales lanzadas han apostado por crear una red de plataformas de secuenciación o centros de medicina genómica.
Es el caso de Francia, donde se han propuesto secuenciar el genoma de 235.000 ciudadanos cada año a partir de una red de 12 plataformas de secuenciación en un plan que alcanza el año 2025 o del Reino Unido, que ha invertido 390 millones de libras en el objetivo de descifrar 100.000 genomas de pacientes con enfermedades raras o cánceres comunes del Servicio Nacional de Salud inglés, a través de su Estrategia de Medicina Personalizada. Alemania también presentó su propio plan de acción en 2013, centrado en desarrollar recursos sanitarios específicos, establecer una nueva relación con la industria y otros agentes del sector y potenciar la comunicación entre científicos, médicos, abogados, entre otros profesionales.
Estados Unidos ha ido más lejos al dotar su iniciativa de medicina de precisión con un presupuesto que el año pasado ascendió a 215 millones de dólares, con el foco puesto en la genómica del cáncer y la creación de una cohorte de individuos para investigación que alcance el millón de participantes en 2019. Una de las peculiaridades de este plan es que las muestras recogidas se enviarán a un biobanco central ubicado en la Clínica Mayo en Rochester (Minnesota), para su procesamiento, almacenamiento, recuperación y análisis bioquímicos o envío a laboratorios. Estados Unidos abandera además una Coalición de Medicina Personalizada con el objetivo de promover la formación y la información sobre este ámbito desde una organización académica independiente.
El objetivo último de esta medicina personalizada sería hacer realidad tratar enfermos y no enfermedades dentro de una atención individualizada, como ya intuyó Gregorio Marañón hace medio siglo y recordó Carlos López Otín, con el fin de “anticiparnos a la enfermedad y potenciar la medicina preventiva”, aseguró el bioquímico. Y es que nunca antes se había acumulado tanto conocimiento sobre biología y se dispone de más herramientas y oportunidades para explotar los datos recabados que ahora. Se trata, en definitiva, de maximizar la millonaria inversión que se dedica cada año a la Sanidad.