LOS MÉDICOS GANAN LA BATALLA A HACIENDA POR LOS CONGRESOS
Los sindicatos amenazaron con ir a la huelga si los gastos de los viajes pasaban a ser pagos en especie
Los médicos españoles están “indignados” con el responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro, y se sienten “perseguidos” por las últimas decisiones de este departamento. El sindicato médico mayoritario CESM ya ha pedido una reunión urgente con el ministro para hablar sobre temporalidad y financiación del Sistema Nacional de Salud. Y solo el compromiso expresado por el ministro el pasado lunes ante el presidente de la Organización Médica Colegial, Serafín Romero, de modificar el artículo 44 del Reglamento del IRPF para que los cursos de formación sanitaria no tributen como rendimiento del trabajo en especie, tal y como obliga el último dictamen de la Agencia Tributaria, ha permitido atemperar los ánimos de un colectivo de cerca de 250.000 profesionales que había amenazado incluso con una huelga.
Y es que tanto el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017 como el informe de Tributos suponen un roto en el bolsillo de los médicos. Las cuentas proyectadas por el Gobierno no permitirán recuperar el salario perdido durante los años de la crisis y ya van siete ejercicios de retroceso salarial, en opinión de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la central mayoritaria en el sector.
“La subida que se baraja es mínima, inferior incluso a la inflación de 2016 y la prevista para este año, por lo que los médicos, lejos de verse compensados por el deterioro de sus nóminas desde 2010, puede afirmarse que continuaremos acumulando pérdidas retributivas”, denuncia el sindicato, que recuerda el aumento de la jornada sufrido, el recorte de días libres o la reducción de honorarios. Estas medidas han provocado una caída salarial cercana al 25 por ciento, según los médicos.
Por si fuera poco, la Agencia Tributaria ha abierto una vía de agua en la formación médica en España que Montoro se ha comprometido a cerrar a través de una modificación legal que, mientras no se apruebe, sigue generando una gran incertidumbre al considerar los gastos abonados por los laboratorios farmacéuticos para la asistencia a los congresos y conferencias médicas como retribución en especie y exigir su tributación como ingreso en el IRPF. El criterio de la Agencia amenaza un modelo de formación que, hasta ahora, ha sido financiado casi en exclusiva por la industria ante la dejación de funciones de la Administración. Hasta 170 millones de euros destinan las compañías farmacéuticas al año en ayudas para organizar y asistir a congresos médicos. El informe de la Subdirección General de Información y Asistencia Tributaria, publicado después de que el Congreso aprobase una proposición no de ley para que estas transferencias no tributen, sostiene que
dichas cantidades “tienen la consideración de retribución en especie ya que las abona la compañía que organiza los eventos”.
La OMC abordará la cuestión en su Asamblea del próximo 3 de junio. Una de las claves del informe de Hacienda, según explican los servicios jurídicos de la organización colegial, es aclarar en calidad de qué se cursan las invitaciones para asistir al congreso. Es decir, si el médico acude invitado en su condición de representante designado por un determinado hospital en el que presta sus servicios, con lo que se trataría de “rendimientos del trabajo”. O bien si se trata de un profesional que ejerce la profesión libre y es invitado en calidad de especialista. En este caso, la calificación del fisco es de “rendimientos de actividad profesional” y, por tanto, sometidos a tributación.
Hacienda enmendará el criterio de Tributos al proponer un cambio normativo que aclarará que “no tiene la consideración de rendimiento del trabajo en especie la participación de los trabajadores sanitarios en cursos de formación, financiados por terceros que comercialicen bienes o servicios para los que sea necesario disponer de una adecuada formación por parte del trabajador”.
Temporalidad del empleo sanitario
Pero no son las únicas reclamaciones del colectivo profesional. De “parche” tachan el “mal acuerdo” que rubricaron los sindicatos de la mesa general de la Función Pública con el Ministerio de Hacienda para atajar la temporalidad en el empleo sanitario, especialmente elevado en el sector público al alcanzar tasas superiores al 30 por ciento del total.
Dicho acuerdo queda lejos de las expectativas de los médicos. CESM pide catalogar como estructurales todas las plazas eventuales ocupadas durante más de un año, además de llevar a cabo cuanto antes una gran OPE coordinada en todo el Sistema Nacional de Salud donde se sacarán a concurso 130.000 plazas sanitarias, realizar en adelante nuevas ofertas de empleo público con periodicidad bianual y acabar con la tasa de reposición.
Montoro se ha asegurado en cerrar el camino al aumento de las plantillas médicas en los servicios autonómicos de salud al introducir el artículo 19 en los presupuestos que impide cualquier incremento de gasto ni de efectivos, pero no a la temporalidad. La contratación temporal se limita así a casos excepcionales y para cubrir necesidades urgentes e inaplazables, si bien se deja la puerta abierta a cerrar contratos que no excedan los tres años de duración “con la misma persona”, con lo que las administraciones podrán encadenar de nuevo contratos temporales para un mismo puesto pero “con una cara nueva cada tres años”, según lo interpreta CESM Valencia. En cualquier caso, Hacienda tendrá la última palabra ya que la contratación de personal temporal requerirá autorización previa de este departamento.
Además de salarios, formación y temporalidad, los médicos ven con preocupación cómo el SNS “sigue infrafinanciado”. El sindicato considera insuficientes las partidas presupuestarias que reciben las comunidades autónomas para financiar los respectivos sistemas de salud, situación que, en opinión de CESM, es debida al hecho de que España no está haciendo el mismo esfuerzo que otras naciones europeas para cuidar la salud de sus ciudadanos. Es más: según las previsiones de gasto remitidas por el Gobierno a Bruselas, el porcentaje de PIB dedicado por el Estado a Sanidad seguirá cayendo del 6 por ciento actual -una décima menos que en 2016- al 5,6 por ciento en 2020, frente al desembolso de países como Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica u Holanda, donde las partidas públicas se mantienen y oscilan entre el 8 y el 10 por ciento del PIB.