Necesidad de un libro blanco de la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria y la vejiga hiperactiva alteran el sueño, reducen la movilidad, perjudican las relaciones sociales, alteran las actividades cotidianas y la vida sexual, e incluso generan problemas en el ámbito laboral
El progresivo incremento de la esperanza de vida y el paulatino envejecimiento de la población son dos de los retos a los que los sistemas de salud se enfrentan en los próximos años. La sostenibilidad del sistema pasa, en consecuencia, por una gestión de la cronicidad y por dar respuestas a numerosas patologías que, si bien no comprometen la supervivencia del paciente, sí afectan considerablemente a su calidad de vida.
Este es el caso de la Incontinencia Urinaria (IU) y, dentro de ella, del síndrome de Vejiga Hiperactiva (VH), dos patologías que no suponen un peligro para la vida, pero que la deterioran significativamente. Ambas representan un problema de salud muy importante, en primer lugar, por su alta prevalencia. Tal y como se señala en el Libro Blanco de la Carga Socioeconómica de la Incontinencia Urinaria en España, la IU afecta actualmente a más del 5 por ciento de la población española y, en el caso de las mujeres adultas, a más del 10 por ciento, incrementándose los porcentajes a medida que aumenta la edad de las personas afectadas.
Las repercusiones negativas que conllevan ambas patologías abarcan desde aspectos médicos hasta económicos, siendo desconocidas para la gran mayoría no sólo de los pacientes, sino también de los profesionales de la sanidad y de los gestores de los recursos sanitarios. Por ello, Astellas Pharma, en colaboración con el Instituto Max Weber, ha decidido impulsar este Libro Blanco, el primero sobre esta patología en nuestro país y que plantea un abordaje novedoso de la IU, al incluir y relacionar los aspectos clínicos con sus consecuencias psicosociales y económicas. La finalidad es aportar una perspectiva crítica, pero a la vez constructiva, de cuál es la situación actual, para que la IU y la VH sean tenidas en cuenta en las políticas sanitarias de los próximos años, con el objetivo de mejorar la atención sanitaria de los pacientes afectados.
En este camino de dar respuesta a las patologías crónicas, está resultando vital medir la Calidad de Vida Relacionada con la Salud, ya que está permitiendo conocer el impacto real de la enfermedad en los pacientes. En esta línea, el Libro Blanco destaca que la IU constituye uno de los problemas crónicos que más merma dicha calidad de vida. Así, el deterioro que genera solo es comparable al asociado a la depresión y la artrosis, y supera al de enfermedades como la diabetes, la artritis reumatoide o la enfermedad
cardíaca. Incluso, según un análisis realizado con motivo de este documento, se constata que en España la IU representa la tercera enfermedad crónica diagnosticada que mayor pérdida de Avacs -años de vida ajustados por calidadproduce, solo por detrás de los problemas mentales y de los eventos cardiovasculares graves, como la embolia o el infarto. El mayor impacto en la calidad de vida se da además en los que padecen VH asociada a incontinencia urinaria de urgencia.
Y es que la IU y la VH alteran el sueño, reducen la movilidad, perjudican las relaciones sociales, alteran las actividades cotidianas y la vida sexual, e incluso pueden generar problemas en el ámbito laboral. De hecho, el 25 por ciento de las personas con IU, VH u otro síntoma urinario reconoce tener problemas de índole laboral debido a las pérdidas de productividad, ausencias o bajas laborales.
La pérdida de productividad laboral constituye uno de los costes indirectos asociados a la carga económica y social de la IU y la VH. Una carga que también incluye costes derivados del manejo de la enfermedad, otros costes indirectos como es el valor económico del cuidador informal o costes intangibles, como el sufrimiento o la estigmatización.
En este sentido, la alta prevalencia de ambas patologías afecta notoriamente a la carga económica. Y más cuando nos encontramos con dos entidades a menudo infradiagnosticadas e infratratadas, lo que impacta negativamente en los costes sanitarios. Así, la utilización de absorbentes para la incontinencia es el factor que supone el mayor gasto sanitario en todos los países que han publicado sus datos al respecto. En España, el no identificar ni tratar adecuadamente a las personas con IU supone que alrededor del 74,8 por ciento de los pacientes utilice pañales y productos absorbentes.
Es por ello que el panel de expertos multidisciplinar participante en la elaboración del Libro Blanco haya planteado la necesidad de diseñar políticas sanitarias para mejorar el diagnóstico, conseguir el tratamiento adecuado y fomentar la adherencia al mismo, con el fin de reducir el sufrimiento asociado a la IU y la VH y, a su vez, disminuir la carga económica y social de estas enfermedades.
Los expertos han formulado además una serie de recomendaciones como la necesidad de detectar activamente la IU y la VH, la importancia de la gestión por procesos y del enfoque centrado en la persona, dando especial importancia a la continuidad asistencial entre la atención primaria y especializada.
También han puesto de manifiesto la conveniencia de establecer medidas para mejorar la adherencia, tales como fomentar el trabajo colaborativo médico-paciente, facilitar la administración del tratamiento con una posología más sencilla y elaborar un plan integral de atención a la Vejiga Hiperactiva.
A su juicio, y como concluye el Libro Blanco, la adecuada gestión de estas patologías permitiría, a medio y largo plazo, una disminución en el uso de recursos sanitarios y el incremento en la calidad de vida de los pacientes tanto con IU como con VH.