La industria sanitaria explota la salud digital con aplicaciones y biosensores
La industria sanitaria explota la salud digital para fomentar el cumplimiento de los tratamientos, acelerar el lanzamiento de sus innovaciones y abaratar los costes de los ensayos clínicos
El acceso generalizado a las aplicaciones digitales de salud, junto con el potencial de los sensores digitales incorporados a móviles, relojes, ropa, parches o al cuerpo del usuario están permitiendo recopilar y analizar una ingente cantidad de parámetros vitales y datos de estilo de vida que se están utilizando en políticas de prevención y promoción de la salud, adherencia de los tratamientos o en la medición de resultados de las nuevas terapias que están ya en el mercado, o lo estarán en un futuro próximo, entre otras posibilidades.
El instituto IQVIA, antigua QuintilesIMS, ha reunido en un reciente informe los estudios y evidencias científicas que demuestran la utilidad sanitaria de las nuevas tecnologías digitales y los ahorros económicos que generan para las administraciones, las empresas y los pacientes.
De las cerca de 318.000 aplicaciones de salud que cualquier usuario se puede descargar en su móvil, hay al menos una de calidad y eficacia clínica contrastada para ayudar a gestionar a los pacientes cualquier etapa de su enfermedad. De hecho, cuatro de cada diez apps están ya orientadas a este objetivo y el 55 por ciento de las más descargadas incorpora algún tipo de sensor digital para recabar datos del paciente, según el informe. Esta opción está abriendo nuevas vías a la innovación en la creación de dispositivos médicos como inhaladores inteligentes en enfermedades respiratorias, plumas de diabetes conectadas o envases de medicamentos inteligentes y píldoras con sensores como la recientemente aprobada de Otsuka por parte de la FDA en el tratamiento de enfermedades mentales. Asimismo están ofreciendo nuevas posibilidades diagnósticas y revolucionando el área de ensayos clínicos.
Samsung, por ejemplo, está tratando de medir la variación del ritmo cardiaco, la presión arterial, la saturación de oxígeno, la grasa corporal y otros parámetros vitales a través de un parche que se pega a la piel y que incorpora cinco sensores diferentes que registran e interpretan los impulsos bioeléctricos. Estos sensores digitales están transformando los dispositivos tradicionales, como los inhaladores o las plumas inyectables de insulina, en dispositivos médicos inteligentes que monitorizan el uso y fomentan la adherencia del paciente y la seguridad a través del envío de alertas, explican los expertos de IQVIA.
Laboratorios como AstraZeneca, Novartis, Boehringer Ingellheim o Teva están innovando en el mercado de inhaladores inteligentes de la mano de empresas digitales como Propeller Health, Adherium, Philips o Qualcomm Life, entre otras.