JENS (5 AÑOS)
PRIMER NIÑO QUE PRUEBA EL EXOESQUELETO PORTÁTIL EN EL HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU DE BARCELONA
El pequeño Jens tiene 5 años y padece una atrofia muscular espinal de tipo 2 que le impide caminar. Para que él y niños en su misma situación puedan volver a andar, la empresa española Marsi Bionics, nacida en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con la empresa de ingeniería, fabricación e integración de sistemas complejos Escribano, ha desarrollado el exoesqueleto ATLAS 2020, el primer exoesqueleto de marcha para la atrofia muscular espinal. “Es un robot que se acopla al cuerpo del niño de tal manera que hay una interacción entre la persona y el robot. Es lo que se dice una interacción perfecta: la persona pone lo cognitivo y el robot lo motor”, destacó la cofundadora de Marsi Bionics, Elena García. La atrofia muscular espinal es la segunda enfermedad neuromuscular más frecuente en la infancia, con una incidencia de uno por cada 10.000 bebés nacidos, y no tiene cura, por lo que los tratamientos se centran en retrasar la aparición de complicaciones. Durante un año, los pequeños seleccionados como Jens realizarán tres entrenamientos semanales de una hora, consistentes en caminar usando el exoesqueleto, y se controlarán varios parámetros para determinar si en ese tiempo ha mejorado la calidad de vida del paciente, cómo tolera su cuerpo el uso continuado de este aparato y si realmente se han frenado los efectos secundarios de la atrofia muscular. El sistema consiste en unos largos soportes, llamados órtesis, que se ajustan y adaptan a las piernas y al tronco del niño. En las articulaciones, una serie de motores imitan el funcionamiento del músculo humano y aportan al pequeño la fuerza que le falta para mantenerse en pie y caminar.
El hospital recibirá el exoesqueleto para la investigación clínica en el entrenamiento de la marcha de la AME durante un año. En el futuro, las empresas auguran que habrá un exoesqueleto para cada enfermedad. Un nuevo consorcio liderado por Marsi Bionics en el que colaboran Escribano, el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, el CSIC y Eurecat está ya trabajando en un nuevo exoesqueleto para otra enfermedad neuromuscular, la más frecuente en la infancia: la Distrofia Muscular de Duchenne. El objetivo de Marsi Bionics es poco a poco aportar la nueva tecnología a la terapia de todas las enfermedades de origen neurológico que puedan beneficiarse de los exoesqueletos de marcha.