Avances en la investigación del mieloma múltiple
En los últimos años la investigación en oncohematología ha avanzado de forma exponencial. En un momento como este, de tantos avances, es especialmente importante ampliar las vías de colaboración entre entidades públicas y privadas, así como el intercambio de experiencias y opiniones que hagan que crezcamos todavía más en el conocimiento de este ámbito, todo ello con el objetivo de aumentar supervivencia sin impactar en la calidad de vida de los pacientes con una patología oncohematológica.
Entre las patologías en las que más se ha avanzado destaca el mieloma múltiple (MM), un tipo de cáncer que supone el 10 por ciento de todos los tumores de la sangre en nuestro país. En los últimos años, la supervivencia de estos pacientes ha mejorado de forma muy importante gracias, en gran medida, a la utilización de fármacos nuevos en recaída que han logrado rescatar a pacientes a lo largo del curso de su enfermedad. Las nuevas opciones de tratamiento para pacientes en segundas o terceras recaídas hace que vayamos ganando meses y años de supervivencia para nuestros pacientes con MM que, en el pasado, no tenían estas posibilidades.
Estos avances, unidos a la llegada de nuevas combinaciones de fármacos para su uso en primera línea capaces de ofrecer un control inicial de la enfermedad más duradero en estos pacientes, han permitido conseguir tasas de supervivencia superiores a los diez años, todo un hito en una enfermedad como esta.
La llegada de las nuevas combinaciones a la primera línea ha hecho que se necesitasen fármacos de segunda generación que rescaten a la primera y que, además, en algunos casos, sean mejores o más cómodos para los pacientes. Un ejemplo son los inhibidores de proteasoma y tenemos fármacos de segunda generación que, por su administración oral, permiten mantener la inhibición del proteasoma como tratamiento continuado, lo cual podría contribuir a cronificar la enfermedad y mejorar la supervivencia.
Al mismo tiempo, dado que la mayoría de los pacientes con MM responden a las nuevas combinaciones, necesitábamos evaluar su calidad y ahora tenemos herramientas para evaluar la enfermedad mínima residual y sabemos que es un factor pronóstico muy relevante en la supervivencia de los pacientes con mieloma. Por ello, alcanzar ausencia de enfermedad