El ‘IoT’ y la digitalización en el ámbito de la higiene y la salud
Cuando nos referimos a la digitalización y las nuevas tecnologías, como el Internet de las cosas ( IoT), a menudo pensamos en innovaciones muy sofisticadas y de gran alcance o en mejoras para el hogar. Pero lo cierto es que estas innovaciones van mucho más allá, alcanzando sectores que, a priori, podrían parecer que no son tecnológicamente innovadores. Este podría ser el caso de la higiene pública: nos encontramos ante un cambio de paradigma donde la tecnología se pone al servicio de las personas por y para su bienestar.
En Essity priorizamos la satisfacción de las necesidades de los usuarios para mejorar la vida y el día a día de las personas. En este sentido, una de las últimas iniciativas que hemos desarrollado ha sido llevar el IoT al sector de la higiene profesional, innovando en el sistema de la limpieza de las instalaciones con una gran frecuencia de visitas. La aplicación de esta tecnología nos permite conocer en tiempo real cuántas veces se han utilizado los baños o la última vez que se han limpiado. Como consecuencia podemos disponer de servicios de limpieza mucho más eficientes. Esta aplicación resulta especialmente interesante en sectores como el de los servicios profesionales, donde la higiene desempeña un papel fundamental en la prevención de enfermedades.
Por otro lado, también somos conscientes de que en el ámbito de la salud y los servicios sanitarios todavía existe mucho territorio por explorar con relación al uso de la tecnología. De hecho, de acuerdo con el estudio llevado a cabo por Essity, el informe Higiene y Salud 2018, en España 8 de cada 10 personas están interesadas en servicios que combinen salud e higiene. Concretamente, los resultados indican que a los españoles les interesan los servicios que analizan y almacenan datos para ofrecer un servicio más personalizado, mucho más que los que se limitan a recoger y proporcionar información.
La importancia de este tipo de servicios radica en el control que facilita la tecnología al usuario sobre su propia salud, así como la disminución del número de encuentros cara a cara con personal sanitario. Así, el profesional sanitario puede recabar información, identificar opciones de tratamiento y ofrecer asesoramiento personalizado. Estas innovaciones son las que conforman la llamada salud conectada -o connected healthcare, que busca precisamente una valoración individualizada del paciente para ofrecer los productos adecuados a cada individuo. Además, abre la puerta a un nuevo concepto de atención sanitaria donde el paciente está en el centro y es el verdadero protagonista en la toma de decisiones.
Es esencial, por tanto, que las empresas sigamos contribuyendo al bienestar de las personas a través de la investigación y la innovación. Solo así podremos contribuir de forma notable a la evolución de una salud conectada que marque realmente la diferencia para pacientes, profesionales sanitarios, empresas especializadas y usuarios en general.