El uso del cordón umbilical para terapias regenerativas
El primer trasplante de células madre de sangre de cordón se realizó hace 30 años a un niño de cinco años con Anemia de Fanconi, gracias a la sangre de cordón umbilical recogida en el nacimiento de su hermana. Desde esta fecha ya se han realizado más de 40.000 trasplantes en todo el mundo para tratar diversas enfermedades relacionadas con el sistema sanguíneo, sobre todo.
Desde entonces, miles de cordones umbilicales son crioconservados en bancos autorizados en Europa con la intención de poder tener guardadas estas células como seguro biológico para este tipo de enfermedades hematológicas y con la esperanza de que la medicina regenerativa siga avanzando en otro tipo de terapias que busquen regenerar tejidos y órganos dañados. Recientemente, estamos conociendo cómo estas nuevas terapias se acercan a la realidad clínica con estudios muy prometedores que están dando grandes resultados en enfermedades más prevalentes y demostrando que la opción de criopreservar los cordones umbilicales en el momento del nacimiento es una opción acertada.
En nuestro país, existen numerosos ensayos clínicos en diversas patologías, pero me gustaría centrarme concretamente en uno, dirigido a la displasia broncopulmonar, utilizando células madre del cordón umbilical, cuya investigadora principal es la doctora Mª Jesús del Cerro y promotor, la Fundación Biomédica del Hospital Universitario Ramón y Cajal. Este ensayo pretende demostrar que las células mesenquimales del cordón umbilical puede ser una opción para prevenir lesiones pulmonares de los pacientes de alto riesgo de displasia broncopulmonar.
Esta es la enfermedad más frecuente en niños prematuros. Además, es la causa más frecuente de hipertensión pulmonar secundaria a enfermedad pulmonar en la edad pediátrica. Según comenta la doctora del Cerro, los avances de la Neonatología están permitiendo la supervivencia de bebés cada vez más prematuros, actualmente a partir de las 24 semanas de edad gestacional. Se calcula que afecta al 42 por ciento de los niños prematuros nacidos, entre las 22 y 28 semanas de edad gestacional, y al 30 por ciento de los nacidos con un peso inferior a 1.000 gramos.
El ensayo clínico está en fase I y pretende explorar la seguridad de la administración intravenosa de células madre mesenquimales obtenidas del tejido del cordón umbilical. La doctora del Cerro apunta que este ensayo está actualmente en desarrollo, ya que continúan reclutando pacientes. Hasta la fecha, el tratamiento ha sido bien tolerado, y no se han detectado efectos adversos relevantes, pero hay que esperar a tener resultados definitivos. Si se comprueba en este ensayo que la terapia es segura, habría que diseñar un ensayo clínico de fase III, con mayor número de pacientes, para explorar la eficacia de la terapia.