La mayoría silenciosa que se esconde detrás de la soledad
En este frenético tiempo que nos ha tocado vivir, y que creemos sin duda que, aunque sea frenético, el resultado final será bueno por los logros sociales y científicos que nos va a deparar, la ciencia y la economía tienen que estar vinculados a la felicidad de los ciudadanos. También es verdad que exige que nos estemos adaptando de forma abierta y no dogmática todos los días y además es el único que tenemos. Pero es verdad también que esta rapidez de los cambios nos impide muchas veces ver y cuantificar muchos de los principales problemas que tienen las personas, sobre todo cuando son silenciosos.
Nos referimos a la soledad con mayúsculas que es uno de los acontecimientos nuevos más importantes que tenemos -porque afecta a muchos ciudadanos- y porque podrá aumentar si no ponemos remedios claros y contundentes -nos referimos a los poderes políticos- si no obtenemos un compromiso social tomando conciencia del mismo.
En España, se calcula -no hay estadísticas ni datos definitivos- que existen entre cuatro y cinco millones de ciudadanos afectados por este desgraciado e injusto fenómeno que es la soledad. Aunque me considero una persona optimista, producto de ser un pesimista informado, nunca ilusorio, lo que se detecta si se es un observador social y también, porque no decirlo, en el nuevo sistema de comunicación que son las redes sociales, es que es muy frecuente, que existe y que hay que tomar medidas ya, mañana es muy tarde. Se tienen que tomar medidas claras, donde además el factor económico no es lo más importante, lo que es importante es tomar conciencia y producto de ello proponemos crear un Plan Nacional de Lucha Contra la Soledad. Es un tema de Estado y precisa un plan específico.
En un artículo reciente de Fernando Ónega titulado El fin de la soledad al cual felicito, pone de manifiesto de forma brillante y literaria este problema y describe varios puntos que hay que tomar para esa estrategia que coincide con nuestra forma de pensar para poder solucionarlo. Dice Fernando Onega que “la soledad es encontrarse encerrado en ti mismo sin posibilidad de abrir una ventana a otras personas”. Nos parece muy completa esta definición y pone a flor de piel lo que ocurre realmente con este fenómeno social. Es mucho más que la