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Comparativas
Mitad cámara, mitad teléfono
N o es un moda pasajera, ni mucho menos. Si hace unos años, alguien apunta que miles de millones de personas llevarán en su bolsillo una cámara de fotos de la que casi nunca se separarán, seguramente nadie le creería. Pues así está ocurriendo. Basta con observar cualquier smartphone para descubrir que allí habitan unas lentes que poco a poco ganan en relevancia. Ya sea a propósito o sin pretenderlo, los principales fabricantes de telefonía móvil han coincidido estos meses en apostar de forma orquestada en la misma dirección, creando una nueva categoría de producto: los smartphones con súper ópticas, o bien las cámaras con servicios de telefonía, el orden es casi lo de menos. ¿por qué no cameraphones? El concepto salta a la vista. Ala gente le encanta hacer fotos, guardarlas de recuerdo y compartirlas. Yles gusta casi tanto como hablar, chatear o jugar con el móvil. De hecho, los usuarios han encontrado en la cámara del teléfono un complemento perfecto para tener siempre a mano. No hay acontecimiento fuera de lo normal que no quede congelado en una instantánea o grabado en un clip. No hace falta ejercer de turista para tener siempre el dedo sobre el disparador. Un cumpleaños, un concierto, la ocurrencia de un bebé, la travesura de una mascota o el penalti que acaba en gol. La vida no deja de ser una sucesión de experiencias que merecen ser recordadas. Instagram y otras aplicaciones similares han ayudado mucho a este fenómeno, igual que la capacidad de plataformas como WhatsApp para distribuir algo más que gatitos jugando.
En un mercado en el que los servicios de telefonía, mensajería y aplicaciones comienzan a ser una commodity, los fabricantes han encontrado en la cámara de fotos un factor de diferenciación. Los megapíxeles son un factor de compra más poderoso que la propia batería o el sistema operativo. Lo anterior justifica las recientes propuestas de Samsung ( Galaxy Zoom S4), Sony ( Xperia Z1) y Nokia ( Lumia 1020). Todas las anteriores son propuestas de alta gama, con precios de entre 500 y 700 euros, y con rasgos comunes como excelentes ópticas, zoom óptico, programas de edición cada vez más intuitivos y potentes y conectividad de super banda ancha móvil para que los usuarios puedan difundir sus imágenes preferidas en las redes sociales, o dejarlas a buen recaudo en la nube, desde Flirck a SkyDrive, por ejemplo. El tamaño y el peso importan poco cuando se consigue integrar en un solo cuerpo un buen móvil y una aceptable cámara compacta.