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Las prestaciones de los grandes en formato de bolsillo
El fabricante HTC tiene olfato. Tras tirar la casa por la ventana en asuntos tecnológicos con su HTC One, la compañía taiwanesa ha tenido el buen criterio de lanzar una versión mini de su buque insignia. El modelo mini, que acaba de llegar al mercado, reduce el tamaño y... el precio de su hermano mayor. Al margen de las subvenciones de los operadores, el terminal cuesta 499 euros -200 euros menos que el tope de gama, el HTC One-. Sus 4,3 pulgadas de pantalla son más que suficientes para un disfrute completo. El terminal llega revestido de aluminio, con la solidez y prestacia de su pantalla Gorila Glass, la misma que utilizan ciertos helicópteros. El móvil incorpora un procesador de Qualcomm Snapdragon de doble núcleo a 1,4 Ghz, la última versión deAndroid con la capa HTC Sense y unas dimensiones amables para los usuarios que demandan un dispositivo top de tamaño reducido (132x63,2x9,25), con un peso de 122 gramos (21 gramos menos que el HTC One). Entre otros detalles, el equipo llega al mercado con memoria RAM de 1GB, memoria interna de 16 GB y batería de 1.800 mAh. Con precios más asequibles para el gran mercado, HTC confía en romper las barreras de entrada que suelen lastrar las ventas de los terminales de bandera. Como es costumbre en la marca, el HTC One Mini se distingue entre sus competidores por sus habilidades multimedia, con una cámara principal de cuatro UltraPixel (más grandes que los habituales) y otra frontal de 1,6 megapíxeles. En cuanto al sonido, el sistema BoomSound aprovecha la potencia de sus dos altavoces frontales estéreo, con la integración de la patente BeatsAudio, caracterizada por su sonido envolvente.