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FITBIT PONE EN FORMA A LA BOLSA
El negocio de pulseras cuenta pasos y otros dispositivos que miden la actividad física está en auge. Este mercado podría llegar a superar los 12.500 millones de dólares en los próximos tres años, pero muchos lo ven como una burbuja
Se imagina poder adelgazarmás de 13 kilos y ganar 124 millones de dólares en el proceso? Esta es la genial fórmula empleada por JeffClavier, el gerifalte de la compañía de capital de riesgo SoftTech, que con su inversión en FitBit ha visto cómo aquel cheque de 125.000 dólares rubricado hace siete años al fabricante de cuenta pasos y otros wearables, ha sido de lo más fructífero. La compañía se estrenó el pasado 18 de junio sobre el parqué de la NewYork Stock Exchange, congregando a un centenar de personas en la explanada del mítico edificio que, al ritmo del entrenador de las estrellas Harley Pasternak y de la actriz Jordana Brewster, calentaron motores para la que fue la cuarta mayor salida a bolsa en lo que llevamos de año, con una recaudación de 732 millones de dólares, según la consultora Renaissance Capital.
La compañía, cuyas acciones llegaron a dispararse hasta un 52 por ciento durante la jornada, puso un valor a sus títulos de 20 dólares por acción, por encima del rango previsto, y terminó la sesión con un valor de mercado que oscilaba los 6.000 millones de dólares. Buenos augurios para este fabricante que domina el mercado después de haber vendido más de 11 millones de pulseras y derivados el año pasado. Sin embargo, el negocio de los cuenta pasos y otros dispositivos, que miden la actividad física de un individuo permitiendo recopilar información gracias a
la interconectividad de distintas aplicaciones, se ha convertido en una verdadera jungla. La canibalización es evidente con Garmin, Jawbone o Misfit postulándose como algunas de las competidoras que buscan robarle el pastel a FitBit sin perder el ojo a fabricantes de ropa deportiva comoAdidas o Nike.
En estos menesteres tampoco podemos pasar por alto la irrupción de colosos como Samsung, Google, Microsoft y, cómo no, Apple, que con sus sofisticados productos hacen sombra a las entidades de menor tamaño permitiendo sólo una ventaja competitiva en lo que a precios se refiere. No sólo el coste sino también en la duración de sus baterías. “Con una duración de la batería de 18 horas, el reloj deApple no es capaz de realizar, por ejemplo, un seguimiento completo del sueño, algo que sí ofrecen Fitbit, Jawbone y otros dispositivos orientados al bienestar y la salud. Esto deja algo de espacio para seguirmarcando el terreno dentro de un negocio bastante amplio”, indica Ian Fogg, director de tecnología móvil en la consultora IHS.