Assignia inicia la liquidación tras fracasar su plan de venta
El juez abre la fase de disolución de la constructora de la familia Monje, en concurso de acreedores desde mayo
El juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid ha abierto la fase de liqudación de Assignia Infraestructuras. Esta decisión se ha precipitado después de que el juez desestimara la propuesta de compra que había realizado la empresa catalana Rogasa. De este modo, la constructora de la familia Monje, entre cuyos miembros sobresale la extesorera del F. C. Barcelona Susana Monje, encara la liquidación de todos sus bienes al no haber podido superar el concurso de acreedores, tanto voluntario como necesario, que declaró en mayo pasado. Ya entonces la compañía no consiguió el visto bueno para cerrar la venta al Grupo Icadi, propietario de Joca, que había presentado una oferta por la sociedad.
Además de abrir la fase de liquidación, el juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid ha declarado la disolución de Assignia Infraestructuras, “cesando en su función sus administradores sociales, que serán sustituidos por la Administración Concursal”.
Assignia se suma así al resto de empresas del Grupo Essentium, que en los últimos meses también han encarado su liquidación. El objetivo ahora es trocear el holding para proceder a ventas parciales. La caída del conglomerado de la familia Monje se ha producido después de no llegar a un acuerdo con la banca acreedora para refinanciar su deuda. En el caso de la constructora, la deuda ascendía en el momento en que declaró el preconcurso de acreedores, en diciembre de 2016, los 124,38 millones. Entonces presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectó a casi 200 trabajadores en España, sobre una plantilla de 1.600 empleados.
Por otra parte, TOP Proyectos y Contratas –antigua Teyco–, constructora de la familia Sumarroca –accionista a su vez de Comsa–, tampoco ha logrado salvarse y, tras incumplir el plan de negocio que acordó hace dos años con la banca, presentó el pasado viernes el concurso de acreedores. Lo hace con una deuda de 43 millones y un activo de 30 millones.
La constructora de los Sumarroca declara el concurso con 43 millones de deuda