El Economista

Pyongyang y Seúl retoman el contacto frente a las provocacio­nes de Trump

EEUU ve un posible intento de abrir una brecha en su relación con Corea del Sur

- José Luis de Haro NUEVA YORK.

En un jornada donde Pyongyang hizo uso por primera vez en casi dos años de su línea telefónica cerrada con Seúl, un día después de que Corea del Sur propusiera una cumbre de alto nivel con su vecino, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió enturbiar las relaciones con Corea del Norte. En un tuit, el inquilino de la Casa Blanca aseguró que su botón nuclear es “mucho más grande y poderoso” como respuesta al mensaje de Kim Jong-un, quien recordó a Estados Unidos en su discurso de año nuevo que “el botón nuclear está siempre disponible en su mesa”.

Una guerra verbal a la que ambos líderes ya están acostumbra­dos. Trump se ha referido en diversas ocasiones a Kim como “pequeño hombre cohete” mientras que el mandatario norcoreano llegó a llamar “viejo chocho” al presidente estadounid­ense. Aún así, el hecho de que el republican­o volviera a ridiculiza­r al mandatario indicando en la red social que también tiene un botón nuclear, pero el suyo es mucho “más grande y poderoso” además de “funcionar”, no hizo más que tensar la cuerda en un momento clave para las dos Coreas.

Tras el discurso del nuevo año de Kim, donde dijo que estaba dispuesto a hablar con Seúl y estudiaría el envío de una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchan­g, que se celebrarán en febrero justo al otro lado de la frontera, Corea del Norte decidió reabrir la línea telefónica fronteriza con su vecino del sur. Antes, Seúl había propuesto discusione­s de alto nivel con Pyongyang la próxima semana con el objetivo de templar los ánimos tras el recrudecim­iento de las relaciones por el programa nuclear y balístico norcoreano.

Kim ordenó ayer la reapertura de la línea directa en la aldea en tregua de Panmunjon el miércoles a las 06:30 GMT, cuando funcionari­os surcoreano­s en la frontera recibieron una llamada del Norte, según indicó el ministro de Unificació­n del Sur en un comunicado. Funcionari­os de ambos lados revisaron la línea y mantuviero­n una conversaci­ón de 20 minutos, aunque el ministerio no reveló su contenido.

Así, este movimiento se interpreta como un intento de Pyongyang por intentar abrir una brecha entre Seúl y Washington, algo que rebajaría la probabilid­ad de una posible intervenci­ón militar de EEUU.

Sin embargo, en pasadas ocasiones, esta clase de estrategia­s han carecido de efecto alguno. De hecho, antes de la prueba telefónica cerrada entre ambas Coreas, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-hwa, habló con secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, para explicar la situación, según indicó un portavoz del ministerio. Aún así, una portavoz del Departamen­to de Estado reconoció que se podría estar “tratando de abrir una brecha” entre EEUU y Corea del Sur mientras insistió en que Washington no se tomaría en serio ningún contacto si no ayuda a desnuclear­izar al Norte.

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REUTERS El líder del régimen norcoreano, Kim Jong-un.

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