La restauración echa el freno tras cinco años de crecimiento
Durante el periodo estival no se han cumplido las expectativas lo que augura una ralentización
La restauración organizada sigue arrojando datos positivos y suma ya cinco años de subida tras cerrar 2018 con un crecimiento de doble dígito. No obstante, y después de un primer semestre muy bueno, se aprecia una cierta ralentización pese a proseguir con su dinamismo. El año pasado el sector registró un aumento de las ventas del 2,1 por ciento, un porcentaje que se situó ligeramente por debajo del año anterior (2,5 por ciento), hasta los 36.763 millones de euros. En este contexto, el canal de marca se erigió en el mayor impulsor del mercado con un alza en las ventas del 13,1 por ciento.
Aunque el primer semestre de 2019 ha sido muy bueno, el periodo estival no ha cumplido con las expectativas, lo que hace que se espere una ralentización hasta el cierre del ejercicio. De este modo, mientras que hasta julio el crecimiento se situó en el 2,3 por ciento, la previsión es alcanzar en el conjunto del año un aumento de ventas de solo el 1,7 por ciento, lo que representa el peor dato desde el año 2015. “Hay que tener en cuenta que entre 2015 y 2017 los crecimientos fueron espectaculares porque había mucha confianza por parte del consumidor. A partir de 2018 es cierto que esa ebullición se ha frenado y en 2019 está pasando lo mismo, pero aún así seguimos creciendo”, explica Carlos Pérez Tenorio, presidente de Marcas de Restauración, asociación que engloba a 41 empresas con más de 90 enseñas .
Durante la presentación del anuario del sector, que ha contado con la colaboración de las consultoras KPMG y NPD, Pérez Tenorio insistió en que, pese a todo, la restauración organizada está creciendo a un ritmo del 9,4 por ciento -el año pasado lo hizo por encima del 13 por ciento- y que eso se traduce en más locales y empleo. “Nuestros asociados abrirán alrededor de 550 establecimientos este año, lo que supondrá la creación de unos 6.000 empleos directos”, asegura. Si a esa cifra se añaden las previsiones del resto de la hostelería española, aun contando con las previsiones de ralentización ya apuntadas, se van a abrir en total más de un millar de locales. Esto conllevará la creación de 12.000 nuevos empleos.
Por su parte, Carlos Peregrina, socio responsable del sector de consumo de KPMG en España, reco
Los datos de consumo en el país todavía están muy lejos de los niveles precrisis
noce que “la situación de incertidumbre que atravesamos no es buena”, pero apunta también que las empresas agrupadas en Marcas, entre las que se encuentran Alsea, Autogrill, Eat Out, Foodbox, Rodilla, McDonald’s, Restalia o Telepizza, “vienen demostrando en los últimos años un gran dinamismo, que se ha traducido en una importante expansión y desarrollo de nuevos conceptos y negocios, posicionando la restauración de marca como uno de los motores claves en el desarrollo de la economía española”.
En la misma línea, Vicente Montesinos, director ejecutivo de NPD Group, explicó que “el sector está en pleno proceso de transformación generado por el desempeño de los operadores organizados, cuya aportación es determinante para mantener un mercado creciente”. Para él, el gran desafío al que se enfrenta el mercado es que depende de tres factores fundamentales: el PIB, el empleo y la confianza del consumidor. Y el problema es que los tres factores están frenando su crecimiento.
Mayor competencia Dentro de este contexto positivo no se puede obviar el dato de que el incremento de visitas per cápita generado en el último ejercicio -solo una visita adicional- fue 160, lo que sitúa al sector en valores de consumo equivalentes a 2012, pero muy lejos de los niveles de consumo fuera del hogar previos a la crisis, sobre los que se deberían recuperar 26 consumos per cápita, ya que, por ejemplo, en 2008, las visitas per cápita a restaurantes fueron 186. Faltarían casi 6.000 millones de euros por recuperar para retornar a los valores de ese año.
En otro orden de cosas, seis de cada diez operadores del sector creen que su facturación en este ejercicio podría ser superior al 5 por ciento. Todo ello en un contexto con incertidumbres como el debilitamiento de la demanda interna, la mayor competencia derivada del importante crecimiento de los últimos años, y la preocupación por la carga regulatoria. A favor juega una relajación del alza en los precios del mercado inmobiliario y un menor encarecimiento de las materias primas.
Los responsables de las principales cadenas de restauración moderna se han fijado como prioridades para seguir creciendo la mejora de procesos, el crecimiento orgánico combinando franquicias con locales propios, así como el desarrollo de nuevos productos, entre los que destaca el servicio delivery o comida a domicilio. Las principales partidas de inversión previstas son las herramientas tecnológicas, el desarrollo de nuevos productos, la contratación de trabajadores y su formación o el desarrollo de nuevos servicios. El canal horeca emplea en España a 1,7 millones de personas y supone el 7,2 por ciento del PIB.