La huelga general política va acompañada de un cierre patronal sustancial en las pymes
La Justicia investiga al ‘Tsunami’
La motivación política de la huelga general convocada por los sindicatos independentistas Intersindical-CSC e Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC) se reflejó este viernes en que el 39,8 por ciento de las pymes de Cataluña optó por cerrar, según datos de la patronal Pimec en base a una encuesta entre sus asociados.
El presidente del Consell de Gremis de Barcelona, Joan Guillen, explicó a Efe que al menos la mitad del pequeño comercio de Barcelona optó por no abrir, y señaló que es imposible saber cuántos de los comercios cerraron para secundar la huelga y cuántos lo hicieron para evitar posibles destrozos en sus establecimientos.
Pimec explicó en un comunicado que “numerosas” empresas pactaron con sus trabajadores fórmulas de flexibilidad para trabajar a distancia o adaptar sus jornadas -fórmula que también utilizaron grandes corporaciones ante la previsión de problemas de transporte-. Según los cálculos de Pimec, el 4,2 por ciento de los trabajadores La Audiencia Nacional, previo informe de la Fiscalía, ordenó ayer a la Guardia Civil que procediese a clausurar todo acceso a páginas web y perfiles en redes sociales de Tsunami Democràtic, que será investigada por delito de terrorismo, según ‘Ep’. De todas formas, el movimiento anónimo que el lunes llamó a paralizar el Aeropuerto de Barcelona abrió otro dominio fuera de España para esquivar el bloqueo de la Justicia en territorio nacional.
de Cataluña secundó la huelga, el 70,7 por ciento efectuó paros puntuales de acuerdo con la empresa, y el 25,1 por ciento desarrolló su jornada laboral con normalidad.
Según la Generalitat, la huelga, que no contaba con el apoyo de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, tuvo un seguimiento desigual, con la mayor afectación en el comercio (entre el 60 po ciento y el 80 por ciento), la enseñanza pública (42,5 por ciento -donde IAC es mayoritaria-) y las universidades (90 por ciento), y menor en la función pública (35 por ciento) y la sanidad (20 por ciento en pública y concertada), informó Efe.
El mayor seguimiento se dio en el sector servicios, mientras que el funcionamiento de las grandes empresas y la industria se reflejó en que el descenso de la demanda eléctrica fue inferior al de otras huelgas. Con todo, Seat debió parar la producción en sus tres plantas de Barcelona -no solo en Martorell, como había planificado inicialmente-, aduciendo problemas de movilidad. El motivo principal de los problemas de tráfico en el área de Barcelona fue la llegada a la ciudad de las cinco marchas contra la sentencia del 1-O y a favor de la independencia de la ANC y Òmnium, después de tres días de recorrido cortando carreteras.
En la capital catalana se unieron a la manifestación por la huelga general en el centro de Barcelona, que congregó a 525.000 personas, según la Guardia Urbana, y que transcurrió sin incidentes. En esta manifestación participaron siete consellers de la Generalitat, incluyendo al vicepresidente y responsable de Economía, Pere Aragonès.
Disturbios graves La violencia volvió a reinar desde media tarde en otra manifestación en Via Laietana, frente a la Jefatura Superior de Policía, con enfrentamientos desde el mediodía, tras una manifestación estudiantil, que provocaron graves daños, decenas de heridos y al menos 10 detenidos al cierre de esta edición. También hubo altercados en las otras capitales.
En el Aeropuerto de El Prat se anularon 57 vuelos de manera preventiva, y el Puerto de Barcelona redujo el ritmo por el seguimiento de la huelga entre los estibadores.
La próxima gran movilización independentista será el sábado que viene. Mientras, los CDR convocaron este viernes una “acampada indefinida” en el cruce de Gran Via con Passeig de Gràcia.