Buch evita concretar el apoyo que tiene del resto del Ejecutivo catalán
Responde a Rufián: “Los Mossos no tienen connivencia con personas violentas”
El consejero de Interior de Cataluña, Miquel Buch, evitó ayer concretar si se siente apoyado por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el resto de miembros del Govern tras las críticas y peticiones de dimisión de miembros de ERC –socio del Ejecutivo catalán– a la gestión que está llevando a cabo ante los altercados de esta semana en Barcelona, en las protestas contra el fallo del 1-O.
“Estoy al frente de Interior en unos hechos complejos. Todo el mundo tiene derecho a opinar y pensar, pero hasta el día de hoy y así será, estaré al frente de Interior velando por la seguridad de los catalanes, para garantizar el derecho de manifestación y todos los derechos de los ciudadanos”, subrayó en rueda de prensa. al preguntársele si siente el apoyo de Quim Torra y del resto del Ejecutivo catalán.
Aseguró que siente “el suficiente apoyo para afrontar las dificultades que pasan en el país”, y añadió que si alguien se ha equivocado, habrá que valorarlo, estudiarlo e intentar que no vuelva a suceder. Después de que la ANC haya pedido su dimisión, Buch aseguró que le sorprende, porque desde Interior llevan días trabajando con la entidad como organizadores de las cinco Marxes per la Llibertat, que este lunes confluirán en Barcelona.
El consejero explicó que están en contacto con la ANC para abordar la afectación en el tráfico que tienen estas marchas. “Las personas se están manifestando de forma segura y los mossos velan para hacer compatibles estas manifestaciones”.
Buch defendió que “el cuerpo de Mossos d’Esquadra no tiene ningún tipo de connivencia con personas violentas”. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, acusó ayer por la mañana a los Mossos de mantener una actitud de “colegueo” con grupos de extrema derecha en los altercados vividos este jueves en Barcelona, cuando cruzaron Barcelona y protagonizaron choques con colectivos autodenominados antifascistas.
Por su parte, el consejero de Interior negó esas acusaciones, sin citar al portavoz parlamentario de ERC. Además de las declaraciones de Rufián, el cuerpo de Mossos ha
Asegura que vela “por la seguridad de los catalanes y el derecho a manifestarse”
recibido críticas por no contener a los ultras en su concentración de la parte alta de Barcelona –desde la que bajaron al centro– y porque hubo peleas.
Los Mossos d'Esquadra afirmaron que “la complejidad del dispositivo” desde el lunes en toda Cataluña impidió encapsular a los ultras concentrados para evitar que bajaran al centro de Barcelona, donde había antifascistas y se corría peligro de que ambos grupos se enfrentaran. Esa complejidad del dispositivo a lo largo de la semana “no permitía hacer el encapsulamiento habitual en este tipo de concentraciones”, han informado a Europa Press fuentes de los Mossos.