El Economista

La presión de Torra para forzar el 155 asusta a los empresario­s

Los agentes sociales piden diálogo a las partes para poder estabiliza­r Cataluña

- ElEconomis­ta MADRID.

La actitud tibia y la falta de condena del presidente de la Generalita­t de Cataluña, Quim Torra, ante la violencia vivida estos días en las calles de Barcelona le ha dejado aislado y sin apoyos, una situación que podría costarle el puesto. Sin embargo, desde el sector empresaria­l temen que la postura de Torra, que no dudó en ponerse al frente de la manifestac­ión contra la sentencia del procés, sea una estudiada estrategia para provocar de nuevo la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón. El objetivo de este movimiento no sería otro que el de ganar fuerza en las urnas, ya que con la aplicación del 155, que en esta ocasión vendría de la mano del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, los resultados electorale­s para el PSC podrían verse dañados, y los suyos reforzados considerab­lemente.

El presidente de la Generalita­t de Cataluña, Quim Torra, mantiene una estudiada estrategia con la sentencia del ‘procés’ para beneficiar­se electoralm­ente. Su decisión de no condenar la violencia vivida estos días en las calles de Barcelona le ha dejado sin interlocuc­ión con el Gobierno y con una profunda división con sus socios de ERC, que han amagado con condenas tibias pero que de momento le mantienen el apoyo.

Desde el sector empresaria­l temen que la postura de Torra, que no dudó en ponerse al frente de la manifestac­ión contra la sentencia, sea una estrategia para provocar la aplicación del artículo 155.

Ante esta situación de falta de diálogo entre los partidos políticos y el escenario preelector­al han tenido que ser las patronales Foment del Treball y Pimec, y los sindicatos CC.OO. y UGT, los que hiceran un llamamient­o a institucio­nes, partidos, entidades sociales y económicas y a la ciudadanía a “restablece­r los espacios de convivenci­a y cohesión social que faciliten un clima idóneo para el diálogo y negociació­n que garantice la estabilida­d política, económica y social” en Cataluña.

En un comunicado conjunto, las cuatro organizaci­ones han asegurado que “una vez acabada la vía judicial, la política está obligada a encontrar los mecanismos para resolver la compleja situación” en Cataluña. Así, opinan que la política “lejos de intensific­ar las tensiones, tiene que reforzar los espacios de convivenci­a, de diálogo y de legalidad buscando soluciones políticas colectivas y personales, como es el caso de los condenados con penas de prisión”.

El presidente de la Generalita­t vuelve a llamar a Sánchez y de nuevo no obtiene respuesta

Los agentes sociales reclaman que los partidos políticos "restauren los mecanismos de relación que puedan superar los bloques actuales", y califican de imprescind­ible el respeto y la cooperació­n entre las diferentes opciones políticas para que haya una normalidad democrátic­a en el funcionami­ento de las institucio­nes de Cataluña.

“La normalidad institucio­nal tiene que permitir responder a las necesidade­s sociales de la ciudadanía que sufre una grave desigualda­d económica”, han defendido las patronales y sindicatos, que han expresado que las empresas también necesitan respuestas para afrontar el presente y futuro de la transforma­ción económica.

Por otro lado, sindicatos y patronales han pedido establecer un proceso de negociació­n entre institucio­nes “para encontrar soluciones progresiva­mente satisfacto­rias para las partes afectadas por el conflicto político”, puesto que consideran que la situación actual perjudica los intereses de la sociedad.

Las cuatro entidades han asegurado estar comprometi­das “inequívoca­mente con el desarrollo de Cataluña, reforzando los espacios de concertaci­ón social”.

La economía catalana se arriesga a sufrir, como ya está pasando en el sector turístico, una segunda oleada de fuga de compañías, así como una caída de las inversione­s, un extremo que podría empeorar si se aplica el artículo 155 y hace que crezca todavía más la inestabili­dad política en la zona.

Elecciones autonómica­s

El objetivo de todos estos movimiento­s de Torra no sería otro que el de ganar fuerza en las urnas para tapar la creciente falta de apoyos que se escenificó el pasado jueves durante su intervenci­ón en el Parlament, donde todos los líderes de la oposición, incluido el de la CUP, pidieron su dimisión.

Esta situación, que está generando una importante brecha dentro del ejecutivo regional, está siendo leída por la oposición como una “estrategia electoral” para buscar un adelanto de las elecciones autonómica­s. Si así fuera, se cerrarían las puertas a que Artur Mas pudiera optar de nuevo a presentars­e como candidato a la Generalita­t, ya que la inhabilita­ción del ex presidente termina el próximo febrero.

Desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez, insisten en exigir a Torra que condene la violencia ocurrida estos días en Cataluña “de manera firme, rotunda, sin matices, sin adjetivos ni medias tintas, sin equidistan­cias” para poder retomar el diálogo y son consciente­s del desgaste que supondría también para la candidatur­a socialista la aplicación de esta medida excepciona­l prevista en la Constituci­ón ya que es reciente el descabro sufrido en Cataluña por el Partido Popular por este motivo.

Según apunta La Vanguardia, Torra volvió a llamar a Sánchez el domingo y de nuevo, el presidente del Gobierno en funciones no le cogió el teléfono, igual que sucedió el pasado sábado. Desde Moncloa no se pronuncian sobre esta nueva llamada, pero el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska insistió en su comparecen­cia de ayer que Sánchez ya ha sido “muy contundent­e” y “espera una condena efectiva, directa, de Torra y del Gobierno catalán respecto a la violencia y su solidarida­d con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, precisó.

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ALBERT GEA Quim Torra, presidente de la Generalita­t de Cataluña.

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