Luis Fernández Vega
En primer lugar, creo que es importante que se celebre en España, y confío que sea una oportunidad para profundizar en el camino emprendido para revertir el deterioro ambiental que constituye ya una seria amenaza y al que es necesario poner coto cuanto antes.
Si, seguro, pero también lo es que en lo personal es cierto que puedo mejorar mis hábitos y costumbres en este campo. Por ejemplo en la reducción y reciclaje de residuos, no tiene nada que ver las pautas que ahora aplico a como lo hacía hace poco más de una década. Y también respecto a los desplazamientos que procuro que sean algunos menos, más compartidos y en medios más sostenibles. Pero quiero creer que lo importante es que la variable medioambiental ya se tiene en cuenta en las decisiones sobre todos los procesos de nuestro Instituto Oftalmológico, en el marco de un compromiso irreversible en este sentido.
Que se hagan cambios efectivos y reales para que nuestros hijos no vivan un futuro catastrófico. Aunque yo, por ejemplo, estoy en contra de algunos aspectos de la energías renovables, que en España están destrozando el campo. Y en un campo malo, todavía se puede entender que las ubiquen así, pero en tierras buenas, las destrozan. Y corremos el peligro, como en tantas cosas, de que haya sobredosis.
Lo que he cambiado sobre todo, es el reciclaje. En lugar de tirar , distribuyo y reciclo, además procuro no ensuciar la tierra y el mar. Para tratar este tema se necesita un consenso internacional. No se puede hacer, como ocurre aveces con Estados Unidos o China, que unas veces cumplen con los acuerdos y otras no, según les conviene.