LAS EMISIONES DE C02 BAJARON EL AÑO PASADO UN 2,2%
A través de la implementación de tecnología ecoeficiente, un 54% de las empresas del Ibex 35 ha evitado emisiones. Esto demuestra que la innovación está siendo la palanca de cambio
El aumento de la producción de energía renovable facilitó la reducción de CO2
Una reducción constante y progresiva de emisiones entre 2021 y 2030 será la clave para la descarbonización de las ciudades. Las energías renovables no emiten CO2 ni otras emisiones contaminantes, por tanto, tendrá que ser el modelo a seguir por todos los actores.
España debería emitir en el año 2050 menos de 88 MteqCO2 (absorciones netas de dióxido de carbono), lo que supone una reducción media de, al menos, el 4 por ciento de las emisiones GEI respecto a las emisiones de 2015 (336 MteqCO2). Esto supone igualar el ritmo de reducción de emisiones que hemos tenido en los últimos 10 años, pero en un entorno de desarrollo económico muy diferente al vivido en el periodo anterior.
La calidad del aire La mala calidad del aire que respiramos provoca la aparición de graves problemas de salud y enfermedades crónicas y es causa directa de muertes prematuras. Se estima que anualmente fallecen en España unas 16.000 personas a causa de la contaminación atmosférica, una cifra que se eleva hasta las 400.000 en Europa. Las ciudades generan al menos el 70 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) señala, por ejemplo, que para limitar el calentamiento a 1,5º C sobre los niveles preindustriales las emisiones provenientes de los edificios deberían haberse reducido entre un 80 por ciento y un 90 por ciento en 2050. Por su parte, el informe United in Science o Unidos en la Ciencia indica que la temperatura global promedio para 2015-2019 está en camino de ser la más cálida de cualquier otro período equivalente registrado. Actualmente se estima en un incremento de 1,1° C; un grado más por encima del periodo preindustrial (1850-1900).
Reducir las emisiones está en la mano de todos los agentes implicados. El estudio Buildings and Infraestructure Consumption Emissions, realizado por C40 Cities, Arup y la
Universidad de Leeds, destaca que las emisiones procedentes de edificios e infraestructuras podrían reducirse un 44 por ciento de aquí a 2050. Las seis áreas clave pasan por implantar la eficiencia en el diseño de materiales, mejorar el uso de los edificios ya existentes, cambiar los materiales de altas emisiones a madera sostenible donde sea apropiado, usar cemento bajo en carbono, reutilizar materiales y componentes de la construcción y emplear maquinaria de construcción de emisiones bajas o cero.
El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) en su Avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, vinculadas al cambio climático, correspondiente al año 2018, revela una estimación de emisiones brutas de 332,8 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que supone una disminución de un 2,2 por ciento respecto al año 2017. El pasado año, el transporte fue el sector que más contribuyó al Inventario. Por sí solo, el tráfico por carretera representa un 25 por ciento del total de emisiones de GEI y, de ellas, un tercio se concentran en aglomeraciones urbanas.
Según datos europeos, cabe destacar también que en 2018, las emisiones de dióxido de carbono cayeron en 20 de los 28 estados miembros de la Unión, con Portugal al frente de los descensos (-9 por ciento), seguida de Bulgaria (-8,1 por ciento), Irlanda (-6,8 por ciento) y Alemania (-5,4 por ciento).
El descenso de las emisiones de 2018 en España se debe principalmente al fuerte incremento de producción de energía hidráulica, que creció en un 84,9 por ciento respecto a 2017 gracias a que fue un año hidrológicamente húmedo, así como al aumento de la producción eólica en un 3,5 por ciento.
No obstante, España ocupa la cuarta posición, por delante de Italia, en un ranking elaborado por consultora PwC, el Índice de Economía Baja en Carbono 2019. La primera posición es para Alemania, seguido de México y Francia. Este informe apunta a que será necesario un índice de des