Los fondos invierten más de 2.000 millones para adueñarse de las carreteras españolas
Controlan ya el 40% de las autopistas de peaje privadas y crecen en las concesiones de autovías
Los fondos de inversión han acelerado su desembarco en las infraestructuras de transporte de España en el último año en un contexto de elevada liquidez en los mercados internacionales y en el que los bajos tipos de interés favorecen las inversiones en este tipo de activos. Meridiam, 3i, Aberdeen, TIIC, Hermes Infrastructure, Mirova, PGGM, Predica, APG…, fondos de inversión y de pensiones de todo el mundo han irrumpido en el capital de múltiples proyectos. Las carreteras acaparan las mayores operaciones, con un desembolso que supera los 2.000 millones de euros.
El año 2018 estuvo protagonizado por la compra de Abertis por parte de la italiana Atlantia, de ACS y de su filial alemana Hochtief, con un desembolso superior a los 18.000 millones de euros. De igual modo, se cerró otra de las operaciones más relevantes en el ámbito de las infraestructuras de los últimos años en España, el traspaso de OHL del 100 por cien de OHL Concesiones al fondo australiano IFM por más de 2.700 millones. En 2019, no ha habido transacciones de un volumen tan elevado, pero ha estado salpicado por un goteo continuo de compraventas que ha ahondado en la presencia de fondos internacionales en las infraestructuras españolas.
En el ámbito de las carreteras, el número de operaciones con fondos implicados supera la decena en el último año. De este modo, las firmas de inversión son los propietarios, de manera directa o indirecta, de cerca de la cuarta parte de la red de autopistas de peaje de España. Un porcentaje que se eleva al 40 por ciento en el caso de las concesiones que están en manos privadas -descontando ya la reversión de Aumar a partir del 1 de enero próximo-. Si a esto se suma que Abertis está controlado por un grupo italiano resulta que casi el 65 por ciento del conjunto de las vías de pago española están en manos extranjeras (el 95 por ciento de las privadas). De hecho, al margen de las autopistas rescatadas por el Estado (radiales y otras) y de algunas autonómicas, apenas hay dos infraestructuras controladas directamente por capital español (Ausur AP-7 Alicante-Cartagena y Guadalcesa AP-46 Málaga-Alto de las Pedrizas).
Los fondos están progresivamente relevando a las constructoras y a los bancos en el accionariado de
las concesiones viarias. De hecho, las entidades financieras, que en muchos casos entraron como financiadores de los proyectos, han culminado este año su huida aprovechando el apetito existente en el mercado. En 2018 algunas como Bankia se vieron obligadas a salir por el rescate por parte del Estado de las autopistas quebradas. Asimismo, Criteria, el brazo industrial de La Caixa, abandonó el capital de Abertis en el marco de la oferta pública de adquisición (opa) de Atlantia y ACS, y Abanca y Kuxtxabank también desinvirtieron en Itínere. Este año han hecho lo propio Liberbank y Unicaja con sus últimas posiciones.
Entrada de nuevos fondos La presencia de los fondos en las carreteras españolas no termina con las de peaje. También han avanzado en las concesiones de autovías, bajo la modalidad de peaje en sombra o pago por disponibilidad. Tras las operaciones de los últimos meses ya forman parte del accionariado de alrededor de una veintena de estas vías.
La semana pasada se conocieron los dos últimos movimientos en esta línea. Iridium, la filial de concesiones de ACS, ha acordado la venta de sus participaciones en seis autovías de peaje en sombra al fondo Hermes Infrastructure. La firma británica ejecuta así su primera inversión en España. Se quedará, una vez reciba las autorizaciones pertinentes, con el 74 por ciento de un vehículo en el que se aglutinan las seis concesiones, mientras que el grupo que preside Florentino Pérez mantendrá el 26 por ciento restante y seguirá encargándose de la conservación y gestión de las vías. La operación valora el 100 por cien de la sociedad en 950 millones, por el importe de la transacción supera los 700 millones. No obstante, esta cantidad incluye la deuda asociada a las infraestructuras, de modo que se estima que el desembolso de capital se sitúa en el entorno de los 300 millones.
Hermes Infrastructure concentraba hasta ahora sus inversiones en Reino Unido, en segmentos como las infraestructuras y las energías. En la puja final por la venta de las autovías de ACS, adelantada por elEconomista el pasado mes de julio, se ha impuesto a otro fondo inglés, Arjun Infrastructure Partners (AIP), que también buscaba su primera compra en España. El otro contendiente era Globalvia, la concesionaria española que está controlada por tres fondos de pensiones, PGGM (Holanda), OPTrust (Canadá) y USS (Reino Unido).
Otro fondo británico, 3i, ha reforzado su posición en España tras llegar a un acuerdo para comprar a Acciona y varias empresas vascas (Viuda de Sainz, Exbasa y Transitia) el 80 por ciento de la Autovía Gerediago-Elorrio (Agesa), a 50 kilómetros al sureste de Bilbao. La inversión alcanza los 70 millones de euros. La firma compartirá accionariado en esta autovía titularidad de la Diputación Foral de Vizcaya con el fondo luxemburgués TIIC, que ostenta el 19,9 por ciento. 3i ya compró hace dos años a Eiser Infrastructure sus participaciones en dos autovías españolas, la del Turia, en Valencia, y la del Noroeste, en Murcia. En ambas el principal accionista es Sacyr.
Mientras, TIIC, además de Agesa, cuenta en España con una participación minoritaria (el 13,4 por ciento) en el Tranvía de Zaragoza, adquirida a comienzos de este año a Ibercaja y Concessia (Bankia, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Hill International y Kutxabank).
En las últimas semanas se ha sellado, además, la compraventa de una participación en Cedinsa, que explota cuatro autopistas en Cataluña:
El 95% de la red de vías de pago privatizada ya está en manos de capital extranjero
Eje del Llobregat (C16 Sant Fruitós de Bages-Berga), Eje del Ter (C17 Centelles- Ripoll), Eje de Aro (Maçanet-Platja d'Aro) y Eje Transversal (C25 Cervera- Caldes de Malavella. La constructora catalana Copcisa ha traspasado su 22 por ciento, de manera que FCC ha tomado el 17 por ciento. La compañía propiedad del magnate mexicano Carlos Slim suma el 51 por ciento del capital y consolidará así la sociedad en sus cuentas.
El 5 por ciento es para Mirova, vehículo de inversión del banco galo Natixis, a través de los vehículos en los que se aglutinan las concesio